CESAR MONTES
Cesar Montes fue de los civiles que se incorporaron al llamado de militares rebeldes, en los albores de la lucha guerrillera en Guatemala. Estuvo involucrado en el surgimiento del Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre (MR-13) y de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), esta última la comandó tras el fallecimiento de Turcios Lima. Participó en el núcleo fundacional del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP). Por desavenencias con otros dirigentes del EGP, se incorporó a la lucha insurgente en El Salvador. En Nicaragua combatió en el Ejército Popular Sandinista, contra las bandas mercenarias financiadas por la CIA.
Tras la finalización del conflicto armado, se convirtió en una figura polémica, cuyas acciones le han llevado a ser admirado por unos y criticado por otros. En las últimas horas, instituciones estatales, necesitadas de desviar la atención pública, anunciaron con bombos y platillos la captura del mítico insurgente.
Si personas e instituciones, sin ninguna calidad moral, con un negro historial repleto de crímenes, abusos, manipulación de la justicia, compra de voluntades, se apresuraron a emitir comunicados de regocijo por la captura. Si la misma cuestionada presidencia, afirmó que la detención del “guerrillero”, era uno de sus objetivos, induce a suponer que las razones de fondo son de carácter revanchista. Las autoridades y sus patrones se auto alaban por la captura, en un país donde cientos de funcionarios corruptos y militares genocidas se encuentran “prófugos”, misteriosamente sin poder ser localizados.
Foto: Cesar Montes en la Sierra de las Minas, del fotoperiodista Rodrigo Moya, publicada en la revista “Sucesos para todos” el 26 de marzo 1966.
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CESAR MONTES
Cesar Montes fue de los civiles que se incorporaron al llamado de militares rebeldes, en los albores de la lucha guerrillera en Guatemala. Estuvo involucrado en el surgimiento del Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre (MR-13) y de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), esta última la comandó tras el fallecimiento de Turcios Lima. Participó en el núcleo fundacional del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP). Por desavenencias con otros dirigentes del EGP, se incorporó a la lucha insurgente en El Salvador. En Nicaragua combatió en el Ejército Popular Sandinista, contra las bandas mercenarias financiadas por la CIA.
Tras la finalización del conflicto armado, se convirtió en una figura polémica, cuyas acciones le han llevado a ser admirado por unos y criticado por otros. En las últimas horas, instituciones estatales, necesitadas de desviar la atención pública, anunciaron con bombos y platillos la captura del mítico insurgente.
Si personas e instituciones, sin ninguna calidad moral, con un negro historial repleto de crímenes, abusos, manipulación de la justicia, compra de voluntades, se apresuraron a emitir comunicados de regocijo por la captura. Si la misma cuestionada presidencia, afirmó que la detención del “guerrillero”, era uno de sus objetivos, induce a suponer que las razones de fondo son de carácter revanchista. Las autoridades y sus patrones se auto alaban por la captura, en un país donde cientos de funcionarios corruptos y militares genocidas se encuentran “prófugos”, misteriosamente sin poder ser localizados.
Foto: Cesar Montes en la Sierra de las Minas, del fotoperiodista Rodrigo Moya, publicada en la revista “Sucesos para todos” el 26 de marzo 1966.
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