Anonymous · 06/10/2015 21:29

Bueno Angel no ibamos a tener demasiadas ocasiones en que se nos explicase por alguien tan cercano a la casa como tu, tambien esto es un privilegio, esperamos con ansia el siguiente cumpleaños para ver si cae otra...aun quedan muchas historias en el tintero...Ah ¿Que si? O FAIADO DA MEMORIA

Anonymous · 06/10/2015 20:42

En un texto que amablemente añadió Margarita Teijeiro a una reseña que de mi hizo con motivo de yo Angel Fresnedo celebrar el dia dos del presente mes de Octubre mi santo y cumpleaños, hizo que acudiesen a mi mente recuerdos de los felices, y no tan felices, momentos que en ese lugar yo he pasado. Yo nací en el citado palacio, si así puede llamársele,el dos de Octubre de 1937 y toda mi infancia y adolescencia hasta el momento de mi incorporación para cumplir el servicio militar obligatorio, estuve en dicho palacio, “finca” o casa de los Duques como coloquialmente le llamábamos , y en esa época que yo recuerde, el mar llegaba hasta el muro tipo balaustrada-mirador, donde se asentaban los pies de la galería por un lado , al norte del edificio, y la otra pegada a la fachada del edificio, tal como hoy en día puede verse; por la parte baja del muro, limitando con el mar, había un sendero o paso insertado en el muro para poder utilizarlo cuando la marea subía; en la parte donde está la que llamabámos “Casa pequeña”, que posiblemente fuese donde habitaban los caseros como nosotros, pero que en aquel tiempo ya no, debido a que vivíamos en la parte baja del palacio, a la izquierda , fachada sur según se mira desde la finca, deduzco que nos ubicarían allí para mejor vigilar la casa ya que los duques se marchaban para Madrid al terminar la temporada veraniega, precisamente por este tiempo, mas o menos ; Nuestro hábitat era una gran cocina que hacia esquina, una habitación de paso para ir a la escalera de servicio, entrada lateral, y pasillo para ir a otra habitación separada por una estancia que hacia de despensa y que limitaba con el salón donde se encontraba la mesa de billar y un piano, en esa habitación dormían mis padres, en la anterior dormía yo; de vez en cuando el duque bajaba a practicar en el piano, y claro yo desconocedor de la música con tal instrumento me deleitaba escuchándole, en aquel tiempo la radio estaba en gestación y lo único que escuchaba era el viento en los arboles, o trinos de pajaros, aunque empezaban a escucharse canciones populares, “La raspa”, “Camino Verde” etc., bueno esto en la adolescencia. Esta cocina que nosotros usábamos era muy grande y debía ser para utilizar personal de la planta baja y primer piso ya que el segundo y tercero tenían cocina propia. La citada “casa pequeña” tenia una especie de patín elevado con escaleras que la separaba del mar y las mareas, en la conexión, o mejor, separac ion de la finca, había una rampa para guardar barcos de recreo en la parte baja a nivel del mar, asi como un cobertizo que últimamente, o mejor, cuando nosotros estábamos allí se utilizaba como leñera. Volviendo al palacio, los duques solo utilizaban el segundo piso y en el terc ero, lo ocupaba, cuando venia de vez cuando, o al menos cuando ellos estaban allí, la Duquesa de Soma con su hijo Jose Maria que seguramente, fue o es el heredero de todo el conjunto; ellos como habitaban la parte superior, pues para hacerle mas cómodo el rezo diario del Rosario o seguir la celebración de la misa que también se oficiaba de vez en cuando, tenia la citada ventana corredera. En cuanto al camino o carretera en la parte oeste de la finca tenia adosados a su muroc exterior una hilera de arboles (platanos) que llegaban cerca de la casa pequeña y que se utilizaba para ir a la playa o zona marítima que después fue rellenada y donde estaba la fabrica de Conservas GALBAN. Yo creo que la entrada a la finca en sus principios debió ser por el sur, o sea parte alta, principios de la citada carretera, dado que allí hay , o había, un gran portalon de hierro de dos paños, con una corona ducal en su cúspide, digo esto ya que si el mar bañaba todo el litoral desde el rio Con hasta la playa de Canelas en Villajuan, pues el acceso tendría que ser por Vilaboa, de ahí también el paseo que cruza la finca de sur a norte flanqueada a ambos lados, por arboles (platanos) y hortensias que llevan a la entrada principal del palacio situada al este. En el principio del paseo había a mano derecha unas edificaciones, que no se si estarán hoy en dia, donde se guardaba el coche y había otro guardado de caballos que hacia las delicias de algunos de mis amigos y compañeros de estudios figurándonos ser viajeros de las diligencias del oeste, tan de moda en las películas delk oeste que por aquella época tan de moda estaban. Otra singularidad que me gusta reseñar es el manantial o “ria” que llamábamos y que discurría tambien de sur a norte cuyo inicio se originaba en una gruta artificial, por un lecho de cemento limitado de esta forma para que no fuese absorbida el agua por el terreno; en su trayecto había como tres islotes que daban la sensación de un escenario de película, o paraje inexplorado y paradisíaco del que disfrutábamos yo y mis amigos. Tambien quiero hacer constar que los dueños del palacio y finca, eran los hermanos solteros Isabel y Fernando Osorio de Moscoso, parientes de los Duques de Terranova y Condesa de Soma.