Alejandro Cerecedo

D Alejandro tal e como o lembran tiña unha academia na rua Edelmiro Trillo, impartia entre outras cousas taquigrafia, mecanografia e contabilidad. Autenticamente inesquencible

Entrañable D. Alejandro. Corto de estatura pero inmenso como persona y educador. Por su Academia pasaron innumerabes personas que triunfaron en la Banca y el comercio y era un prestigio ser su alumno. Lo recuerdo en el invierno con unos guantes a los que le faltaban la mitad de los dedos para poder escribir y una sonrisa para todo el mundo. No necesitaba gritos ni golpes (tan habituales entonces en la enseñanza) para imponer su autoridad, pues yá nadie se atrevia a alborotar ni tan siquiera a alzar la voz no solo en su presencia, si nó en la vida habitual en la Academia.
Como recuerdo de otros tiempos, me vienen a la memoria los tinteros y las plumas con las que practicábamos la letra gótica y la redondilla. Creo que fué la última Academia en las que habia esta enseñanza.
Estaba ubicada encima de la hueveria de Pereira, calle Edelmiro Trillo, frente a la entrada de las Franciscanas. Un caserón antigüo, donde vivian D. Alejandro, su hermano D.Frutos, que fué Alcalde de Villagarcía y en la amplia buhardilla la familia Moya Castro.
Precisamente ayer me acordé del viejo profesor cuando ví a Manolo Padrón, uno de sus alumnos preferidos.
Comentario por Cándido (01-07-2013 14:05)

O Faiado da Memoria