Diego, su amigo “Pisco” y la Vespa Iris 200
Diego de MOTO SINIESTRO, su amigo "Pisco" y la Iris 200 del primero, posan instantes antes de iniciarse la carrera en el relleno de Bouzas (hasta entonces, catedral de la velocidad Viguesa).Trece pilotos debutantes y siete expertos, se batieron en dos mangas de 23 vueltas para coronar a Camilo Iglesias "Camilín", como el Rey de la prueba. La tristeza invade el rostro de su amigo “Pisco”, el cual, había llevado para esta competición una moto "tan preparada" que no pasó la homologaciones de los jueces.
En una ocasión, la tarde anterior a una competición, a Diego le llegó según él, "el primer biturbo" que se instaló en una Vespa en Galicia. Sin perder más tiempo, se fue hasta NIKIS (Calle Camelias) a recogerlo, para posteriormente tirar escopetado hacia su casa y proceder a su instalación. A pesar de su pericia destripando scooters, le llevó su tiempo adaptar esta nueva pieza a su montura ya lista para la competición. Cuando finalmente comprobó que el acoplamiento había sido todo un éxito, llamó a su socio y amigo Julián. Éste, emocionado, le pidió que se acercase hasta su casa para oir rugir aquella maravilla de la técnica. Diego se acercó, en pijama y bata. Con la misma bata y pijama que había mejorado las prestaciones de su Vespa. Julián, también en pijama, se subió en la parte trasera y ambos, emprendieron una "vuelta de reconocimiento" en plena autovía de Baiona, sin cascos, en pijama, bata y zapatillas, bajo la luz de la luna... eran los felices años 80!!!.
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Diego, su amigo “Pisco” y la Vespa Iris 200
Diego de MOTO SINIESTRO, su amigo "Pisco" y la Iris 200 del primero, posan instantes antes de iniciarse la carrera en el relleno de Bouzas (hasta entonces, catedral de la velocidad Viguesa).Trece pilotos debutantes y siete expertos, se batieron en dos mangas de 23 vueltas para coronar a Camilo Iglesias "Camilín", como el Rey de la prueba. La tristeza invade el rostro de su amigo “Pisco”, el cual, había llevado para esta competición una moto "tan preparada" que no pasó la homologaciones de los jueces.
En una ocasión, la tarde anterior a una competición, a Diego le llegó según él, "el primer biturbo" que se instaló en una Vespa en Galicia. Sin perder más tiempo, se fue hasta NIKIS (Calle Camelias) a recogerlo, para posteriormente tirar escopetado hacia su casa y proceder a su instalación. A pesar de su pericia destripando scooters, le llevó su tiempo adaptar esta nueva pieza a su montura ya lista para la competición. Cuando finalmente comprobó que el acoplamiento había sido todo un éxito, llamó a su socio y amigo Julián. Éste, emocionado, le pidió que se acercase hasta su casa para oir rugir aquella maravilla de la técnica. Diego se acercó, en pijama y bata. Con la misma bata y pijama que había mejorado las prestaciones de su Vespa. Julián, también en pijama, se subió en la parte trasera y ambos, emprendieron una "vuelta de reconocimiento" en plena autovía de Baiona, sin cascos, en pijama, bata y zapatillas, bajo la luz de la luna... eran los felices años 80!!!.
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