Do Instituto Laboral
Dificil me lo poneís.Logicamente es de alumnos del Instituto, pues la unica `persona mayor en la foto, es "D.Gonzalo", el bedél.
Así a primera vista, en la primera linea inferior, se distingue a Carlos Alvaréz Puga,y mas a su derecha tambien en primera linea,esta Duran, que no sabia que habia estado en el Instituto.Tambien reconozco a Manolo Brumbeck Valdés (segundo inferior por la izquierda) y detras de el a Pablo de la Fuente Rodiño.
Detras de Puga, pudiera ser Ricardo Torrado Meaños, y detrs de Richard, Arenaz que es de Cambados.
Comentario por luis (09-07-2009 00:44)
A la izquierda arrimado al arbol, esta Eduardo Porto.En la fila superior, la cabeza que mas destaca es la de "Colis" Alvarez Renda.El que está debajo del "tipazo" de la gabardina con un jersey negro, es Mito Vega.El que esta en la fila inferiór en el centro entre Puga y Durán, es Victoriano, que vivia en Cambados,y ahora esta o estaba hasta hace poco de jefe de mantenimiento del Hospital Juán Canalejo.El segundo que esta de pie arrimado al arbol de la derecha, es Torrado, un chico que vivia en La Lomba, y que se marcho a Alemania al salír del Instituto.Debajo de Candido a la derecha, está Jose Luis Bouzada Campos.
El cuarto por la derecha de la fila superior, parece Enrique Porto Rey.
Ahora que siga Joaquín, pues tiene que estár en esta foto.
Comentario por luis (12-07-2009 19:55)
No se si creerme todo lo que dice Luis.
Hay una mezcla de edades que no "me cuadran".
Si Victoriano es el que dices que es, José Luis Bouzada no puede ser el que apuntas: Victoriano es mayor que nosotros y José Luis más joven y ahí aparentan más o menos la misma edad.
Lo mismo digo con Eduardo y Enrique Porto con bastante diferencia de edad.
Idem con Victoriano y Colís que deben ser más o menos de la misma edad.
Pediremos la foto al "rectorado" con resolución para ampliar y haremos Luis y yo la reunión que tenemos pendiente en mi casa e indagamos.
Comentario por Paco Salgado (12-07-2009 20:30)
Veo que hay cierto despiste con la gente de la foto. Voy a citar algunos:Arriba el de gabardina es Amadeo, que participaba en la Radio Parroquial y luego trabajo en el Hispano, a su lado Moncho Regueira, seguido Santiago Ferreira, luego José Luis Bouzada, luego hay 3 de los que no me acuerdo del nombre, al lado de D. Gonzalo está Ozores, detrás Fiuza, luego Patiño, Benito Bouzada, otro que no conozco, luego Margalet, Raño, Quique Porto, Maestú, Maneiro y Encisa(+). Abajo en primera fila,Cunino al que tira Mejuto, Richard, Victoriano, Bandin, Durán y Rancho(+) con boina. A la izda. con gabardina blanca, Manolo Brumbeck, encima de él, Pablo de la Fuente, tirando hacia la derecha Jose Mª Conde, JUan Manuel Arenaz, Escudeiro Moure, Mariño, luego encima Carlos Puego, a su izda. Moncho Vilas y José Nuñez (transportes) hacia arriba Cándido, Juan Miguel de Andrés, Montenegro Faro, y más a la derecha Mingos, Juan de Dios,Ramos, más a la derecha Patiño (el poeta), Martínez Torrado y con cazadora de cuero Mingos Sampedro. El que se agarra al árbol es Ochoa, de Caleiro, a su lado Alavarez de Carril, Gonzalez Monedero y otro de Carril que creo se llamaba Ramos, a su lado Kuki Martinez Vazquez que se apoya en Pepe Encisa, por ahí también estoy yo, que me apoyo en Juan Gil(+) al que solo se ve un trozo de la cabeza por encima de Bandín. Por encima de mi cabeza está Luis Galban y a mi lado Bua "El negro". Hay más gente identificable, pero no me acuerdo de los nombres.
Comentario por Jesús Méndez (13-07-2009 20:05)
Aclaración: Donde dice Carlos Puego, quiere decir Carlos Puga, o mejor Carlos Alvarez Puga. Si me equivoque en algún nombre, pido disculpas, pues los años no perdonan.
Comentario por Jesús Méndez (13-07-2009 20:11)
Menos mal que Jesús nos aclaró bastante las ideas.
En esta foto, estan los de la primera promoción Regueira, Margalet, Raño, Encisa,Porto, Alvarez Puga,Ferreira,Amadeo ,Torrado,etc.Y logicamente a partír de ellos , cuatro cursos mas abajo.
Según me confirman, los hermanos Porto Rey coincidieron en el Instituto durante un curso, uno en quinto, y otro en primero.
Es logico que Jesús se acuerde de los que se aproximaban mas a su edad,pero hay en el centro de la foto, un montón de chavales irreconocibles , y que serían los de los primeros cursos.
Entonces, en donde estan Gutierrez, Muñoz, Carrasco,Blanco,Fandiño,Caamaño,Tomé,etc.
El unico reconocible es Eduardo Porto, que esta a la izquierda cerca del arból.Hay dos que pudieran ser, pero con bastantes dudas,Guillermo Vega y Jorge Garcia Romero.Logicamente, en la foto no están todos, pues mas de uno se habría marchado antes de hacer la foto.
Jesús,¿Cuando te refieres a José Luís Bouzada, te refieres al hermano de Benito ? Si es así, te has equivocado, pues José Luis era el hermano pequeño.
Comentario por luis (13-07-2009 23:31
Tiene razón Luis en lo de los Hnos. Bouzada, el mayor era Jesús, el segundo Benito, luego era Santiago y el menor José Luis. Uno de los mayores y el menor han muerto hace algún tiempo.
Respecto a lo demás que señalas, te diré que los de la foto somos los tres primeros cursos del Instituto, los ingresados en 52/53, 53/54 y 54/55 que éramos los más pequeños de la misma. Lo que no puedo precisar porque la foto, que es sacada por Martín, no tiene fecha pero es muy posible que fuese el año 1956, en cuyo caso serían los cursos 2º, 3º y 4º los que enviasen a los Ejercicios Espirituales, no conside-
rando a los de 1º preparados para el "tormento". Si fuese del año 1955 serían los cursos 1ª, 2ª y 3ªobviamente
Dices que falta gente, algunos de los que nombras serían de 1º,(en caso de ser la foto del 1956) y otros como Laureano Tome puede estar en algunas de esas cabezas que apenas se ven o bien se había escapado ese día de la iglesia o de la foto, porque algunos lo hacían.
Respecto a que hay muchos desconocidos por el medio de la foto, ya sabes que los alumnos procedían desde Cambados a Catoira y de Caldas a Boiro y La Puebla
En el curso de 1º (54/55) éramos más de 70 alumnos, serían 40 los de 2º y entre 20-25 los de 3º. Algunos solo aguantaban un curso, por lo que no es extraño que haya muchos desconocidos además de ser difíciles de identificar todos en una foto tan pequeña y muchos medio tapados. En el curso de los mayores, el benjamin era Carlos Puga, que aún no tenía "pelusilla" cuando otros del curso que le llevarían más de 5 años, como Ozores, Barreiro (el buzo, que tampoco veo en la foto)y Margalet se tendrían que afeitar a diario. En este curso el mayor coleccionista de Matrículas de Honor era Ramos (8-9 por curso). En el siguiente curso, donde estaban Montenegro Faro, Miguel de Andrés, Tomé, Polo, Mingos, Regueira, etc. el coleccionista era Areán (de Godos) también entre 7-8. Y en nuestro curso teníamos a Arenaz y Escudeiro, ambos de Cambados, que nos mostraban un camino que los demás no seguiamos (7-8 matrículas por curso).
Te señale antes a Regueira en el curso intermedio, por que creo que aunque había comenzado con los mayores, había repetido curso. Antes sabes que no hacía falta realizar tantos "esfuerzos" como tienen que hacer los alumnos actuales, para que tuvieses que repetir
Con todo este "rollo" espero haber aclarado algo más sobre la foto y los alumnos que estamos en ella. Disculpa los errores, que pudiera haber.
Comentario por Jesús Méndez (14-07-2009 19:44)
Jesús, en la fila superiór la cara que está mas alta, yo diria que es Colis Alvarez Renda.Ayer le llamé, y me dijo que el no se acordaba de la foto,ni tenia idea de los ejercicios espirituales, y que posiblemente seria su primo Fernandez Renda el que esta en la foto, pues se parecia mucho a el.Yo sigo creyendo que es el.Colís ingresó en el año 1954.
El que esta arrimado al arból, con un abrigo beige, yo diria que es Eduardo Porto. ¿ Que opinas ?
Gracias por tu respuesta.
Comentario por luis (14-07-2009 22:08)
Mi promoción fue la del 55/56, con Vicente Riveira Rico, Alejandro Cores Sánchez, Jaime Antonio Muñoz Sánchez, Isidro Viñas(Villanueva de Arosa), José Fernández Dios (Cambados), Cabanillas (Cambados), José Luis Renda "Colís", José María Conde Teijeiro (Carril, el primo al que hace referencia Margarita), Manolo Brumbeck, Maneiro (Carril), Cuqui Fandiño, Roberto Fariña (Cambados), Ricardo Núñez Nogueira (Cambados), Rodrigo Piñeiro (Cambados), Juan Pérez (Catoira), Sergio Gómez,...
Empezamos 60 alumnos en 1º, y a 4º únicamente llegamos 16.
Comentario por Roberto Núñez Porto (15-07-2009 01:21)
En la foto el de la cara más alta es Jesús Bouzada, y el que está cerca del árbol con un abrigo beije a la izquierda de la foto se llama Kuki(?) que trabajó bastantes años en la caja del Banco Pastor en Villagarcía. En cuanto a Colis aparece en otra foto que comentó Paco Salgado en esta misma página y donde si aparece. Respecto al comentario de Roberto Núñez decir que tanto Manolo Brumbrek como José María Conde Teijeiro empezaron en nuestro curso 1954/55. Quizás fuese Juan Carlos Conde, que fue funcionario del Ayuntamiento al que se refiere. Por otra parte no recuerdo si Brumbeck repitio curso en primero. Pero nuevamente vuelvo a insistir en que el curso de los más pequeños de la foto es la promoción del 54/55. También hay un Renda, que vive frente al Ayuntamiento al lado del Liceo viejo, que me parece que trabajó en Larsa, pero apenas se le conoce por tener las manos delante de la cara, y esta en primera línea al lado de Brumbeck y por encima de Cunino (tirado en el suelo, empujado, y con una cartera en la mano). Luis, cuando vengas por Villagarcía, a la vista de la foto comentamos lo que podamos y recordemos.
Comentario por Jesús Méndez (15-07-2009 01:56)
Luis y yo ya habiamos mantenido la reunión (telefónica pero reunión) a la que me refería en mi comentario 11 y ya habiamos discutido muchas dudas de identificación basadas en una foto con mas resolución que Luis me envió.
Mendez nos detalla muy bien a muchos a los que, tanto Luis como yo, conocimos ya con mas años de los que aparecen en la foto.
Muchos de ellos (los Bouzada, Maestú, Margalet, ...) ya habian terminado en el Instituto cuando Luis y yo entramos en Octubre del 57.
Comentario por Paco Salgado (15-07-2009 18:40)
En lo que se refiere a Manolo Brumbeck, sé que estuvo con nosotros porque, en segundo curso, tuvimos ciertas diferencias verbales sobre la medida de un ángulo, en clase de matemáticas. Lo que ya no recuerdo es si pasamos juntos de primero a segundo.
En cuanto a Conde Teijeiro, puede ser que se trate de otro. No estoy en condiciones de discutirlo. Lo que sí recuerdo, con absoluta claridad, es que tenía una excelente caligrafía.
En otro orden de cosas, en el comentario nº 21, donde puse José Fernández Dios, quise decir José Fernández Rodiño (Cambados).
Por último, también Luis Angel González Monedero -hijo de D. Marcelo González, director de la Banda de Música-, era de la promoción 55/56. Y, al pasar a segundo, nos encontramos allí a José Laya Mejuto y a Daniel Míguez Rodríguez (Neluco).
Supongo que me habré olvidado de algunos compañeros, y les pido disculpas, pero las neuronas están tan saturadas de información que, del mismo modo que un ordenador, a veces se "cuelgan". Lo siento.
Comentario por Roberto Núñez Porto (15-07-2009 19:53)
Roberto: Como dije en un comentario anterior en nuestros tiempos sabes que no había que hacer "esfuerzos" para repetir curso. No recuerdo quienes de los que empezamos en Octubre de 1954 se quedaron un año más en 1º o en 2º e incluso algunos repitieron más de una vez el mismo curso. Por ello si en la foto reconoces a Monedero (cuarto en la fila de abajo donde Ochoa está agarrado al árbol) y a Manolo Brumbeck con la gabardina blanca hacia el otro lado de la fila, es que ambos habían empezado en el Instituto en 1954, y por la razón que fuese coincidieron contigo luego en 1955. Considero que es la explicación más lógica. Sobre Conde Teijeiro no hay duda alguna por un detalle que estando en 3º de pasó con Manolo Rguez. Padin.
Comentario por Jesús Méndez (16-07-2009 20:27)
Tal vez por ser fin de semana, o porque las neuronas han decidido reagruparse, los recuerdos fluyen con mayor facilidad y hacen revivir momentos que uno tenía "casi" olvidados.
Recuerdo a don Gonzalo, bedel muy cumplidor, abriendo la puerta del aula y asomándose, sin soltar la manecilla, diciendo: "Faltan cinco minutos, don Rodrigo". Y así cada hora, en cada clase, cambiando el nombre del profesor, naturalmente. Algunas veces, con don Miguel Losada, la fórmula ¡vaya, qué casualidad! sufría dos alteraciones. Además del primer aviso, llegaba un segundo: "Ya es la hora, don Miguel"; y un tercero: "Pasan cinco minutos, don Miguel".
En primer curso -recordaréis que el aula era la de mayor longitud, y el encerado ocupaba la pared del fondo y la del lateral derecho-, entra don Miguel, con su cartera de piel en la mano, la pone sobre su mesa, y nos dice: "Sacar las libretas para tomar apuntes". Así lo hicimos, y él, cogiendo una tiza, empezó a escribir en el encerado del fondo, con letra pequeña y las palabras muy juntas, y nosotros -con mucho esfuerzo, debido a la distancia y al tamaño de la letra-, intentábamos copiar aquel galimatías. Una vez cubierto este encerado, continuó con el siguiente. ¡Sudábamos tinta china!; sabíamos que no nos daría tiempo a copiar todo. Bien, se acercaba la hora y... ¡al fin! abrió la puerta don Gonzalo. Volvió dos veces más, y una cuarta: "Don Miguel, pasan diez minutos". Y él seguía a lo suyo. Entonces, se abrió la puerta por quinta vez y entra don Manuel Abuín: "Miguel, perdona, pero no me advirtieron que tú clase hoy duraba dos horas..."
Don Miguel, dejando la que ya era la cuarta tiza, cogió su cartera y se despidió con un "Hasta el próximo día". Por supuesto, no terminamos de copiar aquellos dichosos apuntes.
Comentario por Roberto Núñez Porto (19-07-2009 22:17)
Del mismo modo que ocurría en la "Mili", también en el Instituto había una frase con mucho ingenio ¡hay gente para todo!, que iba pasando de una promoción a otra, y que, supongo, recordaréis. Se trata de un relato, reducido a la mínima expresión, en el que los personajes son cinco unidades eléctricas: "Un Amperio y un Faradio se fueron a dar un Voltio, se metieron en un Vatio y se dieron por el Culombio".
Nota.
Si las altas instancias consideran improcedente este comentario, asumo la total responsabilidad, y aceptaré la decisión de que sea eliminado.
Comentario por Roberto Núñez Porto (19-07-2009 23:11)
D. Miguel Losada nos "freia" con apuntes y nosotros no eramos buenos tomándolos. Quiero decir que a veces escribiamos "la paja" y no llegábamos a tiempo para copiar "el grano".
Era típico tener en los aountes:
Ley de Faraday.-
A finales del siglo XVIII, principios del XIX, el eminente físico Michel Faraday emitió una ley que decia:
"?????"
¡Habiamos escrito todo menos la ley!
Cuando le deciamos, D. Miguel, puede dictar más despacio que "nos quedamos atrás", el respondía: yo no dicto, yo explico y vosotros tomais nota de mis explicaciones. ¡Punto y aparte! y continuaba con su sistema.
También tenia una "guerra sorda" con el bedel Gonzalo porque siempre la faltaba tiza en la mitad de las explicaciones
Comentario por Paco Salgado (20-07-2009 23:38)
A don José Mariño Ferreira, profesor de Tecnología Mecánica y Taller,todos le llamábamos: señor Mariño; incluido don Gonzalo.
Su presencia intimidaba -me recordaba al actor Curt Jurgens (Miguel Strogov, El albergue de la sexta felicidad, etc.)-, aunque también tenía su lado sensible, como todo el mundo. Tranquilizaba mucho verlo sonreir.
Recuerdo dos situaciones, diametralmente opuestas, en las que yo estuve involucrado. La primera, en talleres de segundo curso, haciendo un trabajo de ajuste. Se trataba de hacer una placa cuadrada (aprox. 80x80x8 mm), con un orificio central cuadrado, en el que dos de sus caras tenían una inclinación de 45º. Por otro lado, había que hacer un prisma rectangular, también de sección cuadrada, en el que una de sus bases era oblícua con igual inclinación que el orificio de la placa (45º). Este prisma tenía que introducirse, con un ajuste ¿perfecto?, en el citado orificio.
(Perdonarme, pero tengo que ir a cenar. Continuaré más tarde. Gracias)
Comentario por Roberto Núñez Porto (21-07-2009 23:07)
¡Ya estoy de vuelta!
Bien, creo que recordaréis esta pieza de ajuste o conjunto de intersección. La placa conseguí hacerla en un tiempo razonablemente corto, y bien. Pero, el prisma ¡coño, con el prisma!, me costó sangre, sudor y lágrimas -metafóricamente hablando, claro está-; pues, como sabéis, se hacía a partir de barra de acero de sección cuadrada de 30x30 mm.; y su medida definitiva, pieza terminada, sería de 25x25 mm.
Limazo va, limazo viene; comprobación de planicidad con la escuadra de solapa; apreciación de lomo en el centro -comprensible, por el vaivén del manejo de la lima-; vuelta a limar, vuelta a comprobar... Resultado: me quedó un prisma de 12x12 mm. Mis compañeros de banco me "animaban", diciéndo lo que me iba a hacer señor Mariño cuando viera aquella "desfeita". Podéis imaginaros mi estado de ánimo, mi desesperación y, por qué no decirlo, mi "canguelo". Traté, inútilmente, de conseguir un nuevo trozo de material; pero fracasé en el intento. Entonces, después de una profundísima reflexión, decidí exponerle el caso al señor Mariño.
Allí estaba él, de pie, ligeramente apoyado en la mesa de trazados, dándole la espalda a los mármoles y a los gramiles. Una fila de alumnos de primero, con el calibrador en la mano, esperaban su turno para que el señor Mariño comprobara si habían puesto bien la medida. Yo, al final de aquella fila, esperé mi turno. Las pulsaciones de desbocaban cada vez que adelantaba un puesto... Al fin llegué, con la pieza en la mano derecha escondida a la espalda. Y tú, qué quieres, me preguntó. Lo miré de frente, adelanté el brazo con la pieza en la mano, bien visible, y le dije: señor Mariño, ¿usted cree qué hay derecho a qué me haya pasado esto? Él, sonriendo, miró lo que quedaba de la pieza, y me contestó: hombre, esto parece un mondadientes; eres un comepiezas; busca al señor Cardeñoso y que te dé un nuevo trozo de barra de 30 mm.
Después de aquella alegría, ¡infinita alegría!, conseguí terminar la pieza dentro del plazo fijado ¡Y ajustaba a la perfección!
(Ya es hora de irse a la cama. En otro momento os contaré los pormenores de la segunda situación vivida, que no fue tan agradable como la primera)
Comentario por Roberto Núñez Porto (22-07-2009 01:37)
En el comentario anterior, la pieza con una base oblícua, la denominé "prisma rectangular"; cuando, en realidad, debería haber dicho "paralelepípedo". De todos modos, creo que ya me habíais entendido.
Y la segunda situación, se desarrolló en clase de Tecnología Mecánica de cuarto curso. La escenificación fue la siguiente: Aula de 4º, contigüa al Laboratorio, un lunes a primera hora de la mañana.
Estábamos ya todos sentados, hablando, cuando el señor Mariño abre la puerta; dice un ¡Buenos días! un tanto forzado, lo que significaba que venía de mal humor. ¿El motivo?, tal vez porque era lunes; o tal vez, por ser las nueve de la mañana. La cuestión es que se sentó, en silencio -como tenía por costumbre-, y en el aula no se oía ni el vuelo de una mosca. Girando la cabeza, lentamente, hizo un "barrido" de izquierda a derecha, con una mirada que nos dejaba helados. Pasaron cinco o seis minutos, y llamó, por su apellido, a uno de nosotros (por respeto a este compañero, prefiero mantenerlo en el anonimato), para que se acercara a su mesa. Este alumno, se situó entre la mesa de señor Mariño y el encerado. Después de treinta segundos de silencio, le dice: Qué son los árboles de transmisión, poleas y correas, y para que sirven. Y este alumno, que, además de estudioso, tenía una extraordinaria capacidad de retentiva, hizo una exposición literal sobre el tema, casi como si lo estuviera leyendo. ¡Asombroso!
Señor Mariño, después de escuchar semejante alarde, se levantó, le cogió la cabeza con las dos manos, y la golpeó repetidas veces contra el encerado, repitiendo: ¡chapón, que eres un chapón!... Cuando dejó de golpearlo, lo giró hacia nosotros y le propinó tal manotazo en la nuca, que lo impulsó directamente hacia el pupitre. El espectáculo nos sobrecogió. Ninguno de nosotros se atrevía a levantar la mirada...
Pasados unos minutos, eternos minutos, dice: Tú, el número siete, no escondas la cabeza como el avestruz y ven aquí. Yo era el número siete.
Como era natural, me hizo la misma pregunta. Yo, que además del libro de texto, conocía físicamente el funcionamiento de los sistemas de transmisión de movimiento, por haberlos visto en algunos talleres -por ejemplo, "Tres hermanos"-, tenía un razonable conocimiento sobre el tema. De manera que, con la debida prudencia, empecé a explicar en que consistía un árbol de transmisión; cuál era el árbol conductor y el conducido; la función de las poleas; las correas de transmisión y como se unían, o reparaban, mediante grapas metálicas... Terminé mi exposición, razonablemente satisfecho, con las naturales limitaciones oratorias propias de la edad. El silencio volvía a imperar en el aula; señor Mariño me dirigía una mirada hiriente, desafiante. Yo empecé a preocuparme y me temía lo peor. De pronto, me dice: ¿Eso es lo qué viene en el libro de texto? Entonces, con más pánico que convencimiento, le dije que había hecho un resumen y que, en síntesis, aquella era la respuesta. Sin darme tiempo a reaccionar, me dió un manotazo en la nuca y llegué a mi pupitre sin ningún esfuerzo... ¡Faltan cinco minutos, señor Mariño!, dijo don Gonzalo. Él se levantó, y se fue sin decir nada. Sin duda, tenía un mal día; y eso que aún acababa de empezar.
El alumno en cuestión estudió una carrera universitaria, y dá alguna que otra conferencia. Y yo,... aquí, contando batallitas.
Comentario por Roberto Núñez Porto (22-07-2009 20:46)
Yo conocí al Sr. Mariño en días de cabreo, en días buenos, en viajes de fin de curso y, después de mi etapa del Insituto, descubrí un Sr. Mariño padre.
Me explico, me había pedido que ayudara a su hija dandole unas "clases particulares".
Este Sr. Mariño era otra cosa.
En clase ceo que todos podemos recordar anedoctas con él pero yo voy a recordar una que ya hemos escrito en el blog del Instituto y que ha precisado el protagonista Fernando Fernández Vieites ("Xoto") que exageraba conscientemente el "ser da aldea".
La clase era sobre resistencia electrica y explicaba la formula que relacionaba la citada resistencia con la longitud y sección del conductor.
Como parecia que la cosa no quedaba clara echó mano del "simil agrario" y dirigiendose a Xoto le preguntó:
Si estás haciendo un rego con el sacho ¿como te cansas mas?
Respuesta irónica de Xoto: "depende del larjo del rejo y del tamaño del sacho"
Comentario por Paco Salgado (22-07-2009 21:16)
Querido Roberto, Entendí perfectamente el mensaje de tus vivencias y no has herido sensibilidades, por lo menos la mia porque recuerdo que,al menos en 1º, con 10 años, cuando teniamos clase con Sr. Mariño todos ibamos en "prevengan".
Mi intención, como creo que has entendido fue añadir una faceta del Sr. Mariño, menos conocida y vista desde otra edad, otra relación, otra perspectiva, ...
Por favor, tu sigue contando lo que recuerdes, lo haces muy bien, redactas bien, resulta ameno, ¿que más quieres que te diga?
Por cierto, Luis, con el que acabo de hablar, tiene algún matiz corrector a la anedocta del sacho/legón y rejo de Xoto. Recuerda, probablemente mejor que yo, el dialogo Sr. Mariño - Xoto.
A ver si Luis se anima y lo describe.
Comentario por Paco Salgado (22-07-2009 23:09)
Amigo Paco, agradezco tu comprensión que, además, sé que es sincera. Por mi parte, como no podía ser de otra forma, comprendo que mantener la objetividad, en cualquier manifestación y en cualquier ámbito, resulta siempre muy difícil. No obstante, como tú bien dices, la edad es un factor determinante que nos hace ver las cosas desde otra perspectiva.
Si me lo permites, quiero aclarar -a propósito de lo expresado al final del comentario nº 32- que únicamente he pretendido dar un toque de ironía, y no de resentimiento, al mencionar lo de la carrera universitaria y las conferencias. Primero, porque el anónimo alumno tenía mérito, capacidad y perseverancia suficientes para terminar con éxito la carrera que ha escogido. Segundo, nos conocemos desde la más tierna infancia y hemos hecho muchas gamberradas juntos. Y tercero, yo conozco mejor que nadie mis posibilidades, pero también mis limitaciones. Que son muchas.
Llegados a este punto, zanjamos ya el asunto..., y aquí paz y después gloria.
Comentario por Roberto Núñez Porto (23-07-2009 00:57)
Aunque has dejado el asunto zanjado, con tu permiso,voy a hacer un pequeño comentario.
Cuando ingresamos , en 1957, sí estabamos todos "acongojados" esperando el primér día de clase con el Sr. Mariño.La verdad era un hombre que "imponia" fisícamente, y aún encima venia precedido de una fama que asustaba.Cuando venia andando en dirección al Instituto, ya habia vigias que dabán la alarma y cuando estaba a 150 metros,el silencio en todo el edificio del "Centro" era sepulcral.
Roberto, no pongo en duda la veracidad de tu comentario, pero Paco puede corroborar que durante nuestra estancia en el Instituto, posiblemente alguna "caricia" que otra hubiese regalado, pero sin llegár a los extremos que tú relatas.
Paco y yo, junto a otros compañeros convivimos con el todas las mañanas durante dos años.Como todos nosotros tenia sus defectos y sus virtudes.Como dice Paco, en ocasiónes en las que convivimos mas con el,durante alguna excursión de fin de curso, siempre fué de lo mas ameno y educado.
Os recuerdo los dias previos a las vacaciones del "Zafarrancho" en talleres dandole a los bruzos y barriendo dale que dale.
Otra anecdota si de mal gusto que recuerdo,pero que de chavales te hacen gracia,fue cuando aparecio un inodoro atascado.
Nos puso a los dos cursos juntos en talleres, , y nos pregunto por los que habiamos ido al water.Por mala suerte para el unico que habia ido,le dijo, parece mentira que con lo pequeño que eres hallas atascado el water de esa manera.Venga a desatascarlo, y con la mano ¡eh!.En cinco minutos quiero verlo limpio.
Como es logico, acudió rapido a desatascarlo, con un cepillo logicamente.
La anecdóta que menciona Paco, si era relativa a la famosa diferencia de potencial de la corriente electrica y de la resistencia.En vista de que Xoto, no entendia lo que trataba de explicarle, el Sr. Mariño, le pregunto : ¿ Vamos a ver , tu padre tiene leiras ? Pues sí, le contestó.Entonces cuando va a sachár, ¿le lleva siempre el mismo tiempo cavar un largo,de la leira? Pues no, señor . Entonces,dijo el Sr. Mariño, según encuentre mas o menos resistencia en el suelo, tardará mas o menos tiempo en llegar .Lo mismo ocurre con la corriente electrica, cuanta mas resistencia oponga el cable,mas tiempo tardará en llegar al finál del mismo.
A los pocos segundos, Xoto respondió, pues mire Ud.el tiempo que mi padre tarda en cavar un largo de la leira, depende y "asejún".Y volviendo a decír el Sr. Mariño ¿Como y "asejún" ? Si el suelo opone mas resistencia(es mas duro), entonces tardará más logicamente.
Pues no, Sr. Mariño, depende y "asejún".El tiempo que mi padre tarda en cavar un largo de leira, depende de la profundidad del "riejo" y mas del ancho de la "lejoña".
Como comprendéreis, el Sr. Mariño debió de pensár en ese momento "Tragame tierra"
Comentario por luis (23-07-2009 13:51)
32 Como bién dijo suso Méndez en el comentario 25, en aquellos tiempos no hacía falta hacer "mucho esfuerzo" para repetir curso. Yo soy del 56/57 y en primero eramos 85 almas nuevas + 25 repetidores.
Después de leer a mis colegas, verdaderas "enciclopedias andantes", a los más parcos en el "léxico" solo nos quedan las "migajas" para comentar anécdotas.
No recuerdo bién la fecha pero sería allá por el año 57 cuándo en una mañana lluviosa de marzo y ya comenzado el tercer trimestre del 1º curso del 56, con aquellos ventanales enormes con vistas a la "carballeira", entró como siempre el Sr. Mariño con cara de "lunes" y se dispuso a comenzar la clase.
Por desgracia, al primero que le tocó la china fue a mí. Por la explosiva entrada y acostumbrados los del "gallinero" a que no nos preguntase casi nunca, no me lo esperaba y quedé totalmente bloqueado ante la pregunta: " Sr. Sampere, enumereme dispositivos para hacer taladros". Me quedé de piedra y sin poder responder y no se me ocurrió otra cosa que mirar hacia los ventanales y a la lejana "carballeira". Mirándome, el Sr. Mariño me preguntaba: Sampere, hay caballos fuera (creo que lo decía por el caballo de Cascón que pastaba por allí); Sampere, sigue ahí la carballeira; Sampere llueve. En la clase, poco a poco se incrementaban las risas.
¡ y vosotros, de que os reís! ¡Haber Sr. Porto (se lo decía a Eduardo Porto Rey - Portito-) dígame Ud. herramientas para taladrar!.
A Portito solo se le ocurrió decir: el BIRBIRIQUÍ Sr. Mariño - risas y carcajadas de toda la clase- . Después de un brevisimo silencio sepulcral, el Sr. Mariño muy serio y dirigiéndose a Portito, le dice: Sr. Porto, querrá Ud. decir el BERBIQUÍ. ¡ No Sr. Mariño, es el BIRBIRIQUÍ
Comentario por Joaquín (23-07-2009 19:22)
Otra que también le hacíamos al Sr. Mariño, era marearlo con las dichosas mordazas. El que siempreestaba "al loro" era Pequeñote. Constantemente los que queriamos "fanar" la clase de Mariño, no teníamos más que "chuzar" a Pequeñote para que le espetara: Sr. Mariño, no hay derecho, los de 5º siempre nos hacen lo mismo, nos esconden las mordazas y ahora no podemos limar ¿nos dá su permiso para ir a la carballeira a buscar latas para hacer mordazas? - Vale pero, que sea la última vez.
Estas y las contadas por Paco, Luís, Roberto, Suso, etc., están sirviendo para remover el "disco duro" que lo teníamos con "telarañas".
Comentario por Joaquín (23-07-2009 19:31
En lo que respecta a +la foto, cuando haceis mención de Guillermo Vega, debeis decir ELEUTERIO VEGA (al lado de Cándido). Al lado de Don Gonzalo está Manuel Rey Figueiras, encima de Escudeiro y al lado de Núñez está Moncho Vilas. El que está con el abrigo claro a la izda. de la foto es el hijo del camarero del Casablanca (no me acuerdo del nombre)Encima de Encisa y cerca de Méndez está Agra y al lado de Manolito Brumbeck (sólo se ve media cabeza) me parece ver a Reguera, en el futuro cuñado de Laya Mejuto.
Comentario por Identificador anónimo (27-07-2009 01:11)
Paco, debo rectificarte en tu apreciación, pero se trata de mi hermano Terio. La foto es del 54.
Comentario por mito (05-09-2009 14:07)
Querido Mito, querido compañero de curso, yo no te he identificado ni a ti ni a tu hermano Terio. La foto, incluso la que me enviaron con mas resolución, contiene las imágenes tan pequeñas que me resultó imposible identificar a todos estos colegas que eran mayores que nosotros.
Luis tiene más habilidad que yo para estas cosas y me ha señalado a muchos, entre ellos a Vega sin distinguir Mito o Terio aunque en esta foto la frente y "tupé" de tu hermano es muy parecido al tuyo cuando estábamos en el Instituto.
Comentario por Paco Salgado (16-09-2009 18:34)
Esta tarde, por primera vez he echado una ojeada a los comentarios que se hacían acerca de la persona del Sr. Mariño y es de suponer que las imágenes y reminiscencias que aparecieron en mi mente serían, sino exactamente las mismas, si muy semejantes, a los que en buena lógica tendrían aquellas personas que fueron estudiantes del Instituto Laboral y tuvieron acceso a dichos comentarios.
Yo poco más puedo aportar. ¡Qué os voy a contar yo si en lo esencial, en cuanto a su faceta como docente ya está casi todo dicho ¡
Pero lo si que voy a tratar es de poner mi pequeño grano de arena, e intentar reflejar su lado bueno y humano que todos los seres humanos en cualquier contexto social tenemos. La gente sabia nos dice que nadie en este mundo es pura maldad, y que si somos lo suficientemente pacientes- lo cual no es tarea fácil, llegará el día en que esas personas nos mostrarán su lado bueno ¿Quién no ha tenido en algún momento de su vida algún tipo de problema de relaciones personales, económico, de falta de trabajo, de falta de salud o de cualquier otro tipo? ¿Conocéis a alguien? Yo no.
No es algo inusual que en ciertas ocasiones, nos llevemos una muy grata sorpresa, cuando al estar pasando por cualquier tipo de las situaciones difíciles que nos depara la vida, aquellas personas de quienes nunca esperaríamos ningún tipo de ayuda, sino todo lo contrario, sean las únicas que cuando nos estamos ahogando, nos echan una mano para que no toquemos fondo. Sin embargo no es la primera vez que sucede, que en ciertas ocasiones aquellas personas de quienes esperaríamos cualquier tipo de ayuda, nos dan la espalda, y no solamente no nos echan una mano para que no nos ahoguemos, sino que puede suceder que nos pongan el pie encima de la cabeza para que nos vayamos al fondo y nos ahoguemos.
Yo era un estudiante, digamos de término medio, aprobaba los cursos en Julio, gracias a lo cual podía disfrutar y pasar todas las mañanas y tardes de verano con mis amigos. Al principio en el hoyo del Cavadelo y, más tarde en la Playa de Compostela cuando aun estaba el muelle de Lantero.
Pero un año después de haber finalizado las clases de 6º Curso, al ir a recoger las notas con toda confianza, cual fue mi sorpresa que había suspendido Talleres y Tecnología, asignaturas que al menos en mis tiempos, no eran precisamente consideradas de las más duras e importantes, y encima las suspendí con unas notas bajas. Yo ingenuamente pensaba que Don Valeriano, quién había sido un muy buen profesional en la Fábrica de Alemparte, en Carril, al ser amigo de mi padre desde la infancia, así como también de un tío mío hasta que tuvo irse a vivir en el exilio, pensaba que podía echarme un cabo. Fueron mis primeros suspensos.
Me consta que algún profesor intercedió en favor de mi persona, pero fue inútil. El argumento dado por el Sr Mariño, fue que bajo ningún concepto podía aprobar a un alumno que se dedicaba a interrumpir el buen funcionamiento de las clases e incluso que en ocasiones me reía de él. Al llegar a mi conocimiento esto, mi sorpresa fue mayúscula, pero inmediatamente comprendí el porqué de su proceder.
Había un compañero de Ponteceso que era muy coñón, y rara era la vez que no hacía alguna cosa con la única finalidad de picar, provocar y poner aun de peor humor a Sr. Mariño. Lo hacía siempre, cuando este estaba sentado sin controlar la clase , tanto en las aulas, como en Los Talleres, como en el Salón de Actos donde a veces nos impartía clase. Yo era una persona, quién ante situaciones que me causaban muchísima gracia, no me era fácil reprimir la risa, ni disimular y se me notaba a mil leguas.
Un día, este compañero, de la comarca de Bergantiños y tierra natal de Eduardo Pondal (conocía a sus dos hermanas solteronas) volvió a hacer lo que era costumbre en él, y yo no pude evitar el sonreír; el Sr. Mariño captó mi expresión y esa fue la única conclusión a la cual pude llegar.
En la convocatoria de Septiembre me dio muy buenas notas y en el Curso siguiente, es decir en Séptimo, mi intuición me decía que su actitud hacia mi persona había cambiado como si estuviera buscando la ocasión para dirigirme unas palabras entrañables.
Una vez recién empezado el curso, estando yo haciendo una pieza en una fresadora, se acercó hacia mi persona y con una sonrisa limpia y sincera me hizo unas bromas. No había duda alguna. Estaba arrepentido por haberme suspendido en Julio el año anterior y no sabía como hacérmelo saber sin que fuese demasiado descarado.
Era mi último año en el Instituto Laboral, y mi cabeza ya estaba cavilando como de difícil sería tanto la Reválida como la Madurez Universitaria. Tanto en Tecnología como en Talleres obtuve muy buenas calificaciones.
Durante los primeros días me sentía tremendamente cabreado, y la interpretación que yo le daba, era que había sido ?mi primera derrota?. Pero como siempre ocurrió, ocurre y ocurrirá, después del Anochecer siempre viene el Alba.
Más tarde comprendí, que no había sido una derrota, sino tan sólo uno de los muchos obstáculos con los que me encontraría a lo largo de mi vida, y tenía que aprender como sortearlos.
No es tarea fácil, pero es muy sano y muy recomendable el intentar ponerse en el lugar del otro. El perdón es algo maravilloso cuando hay una voluntad sincera por ambas partes: tanto por parte del que perdona como por parte del que es perdonado.
Durante un tiempo, en el trabajo coincidí con un sobrino suyo de Poio- ya fallecido- cuyo padre era hermano de Sr Mariño y había sido Presidente del Pontevedra Club de Futbol, bajo cuyo mandato había conseguido sus mayores éxitos deportivos.
UNA DE LAS COSAS MÁS FÁCILES DEL MUNDO ES EQUIVOCARSE Y RECTIFICAR ES DE SABIOS.
DE BIEN NACIDOS ES SER AGRADECIDOS.
GRACIAS SR. MARIÑO.
Comentario por Manuel Martínez (09-10-2009 04:56)
El Dr.Celso Mariño Ferreira, fué efectivamente presidente del Pontevedra, C.F., pero anterior a la epoca gloriosa del equipo.Tambíen representó a España en varios campeonatos de atletismo.
El presidente de la epoca gloriosa, fue Miguél Otero Rodriguez(+).
Sí quieres contactár con Javier, puedes hacerlo en el CIF de Lourizán.Mete su nombre en google y tienes para entretenerte varias horas.Está calvo como una "bola de billar".
Un saludo.
Comentario por luis (09-10-2009 16:00)
Conociendo al Sr. Mariño y a Manolo me estoy imaginando las risas contagiosas e imparables de Manolo y la cara de cabreo del Sr. Mariño.
Me gusta el final del comentario de Manolo.
Como ya he escrito en otro comentario anterior y a pesar de reconocer que no era el mejor didacta del mundo, yo que lo conocí un poco mejor después de haber terminado en el Instituto guardo de él muchos más recuerdos buenos que malos.
Y esto para Luis: Dile a tu mujer (o mejor ya se lo diré yo mañana) que no estoy de acuerdo con que vas a peor y mucho menos ahora que estás recien reparado y con la garantía renovada.
Comentario por Paco Salgado (09-10-2009 21:23)
De los profesores del Instituto, tuve clases particulares con 2, que eran amigos de mi padre: D. miguel Losada, con sus "manías" de perfección con las definiciones y conceptos de Física, y D. Alberto Sovkowski, que me preparó en Matamáticas enseñándome en unos meses lo que no había aprendido en seis años, tal era su magnífica didáctica, además de muy ameno y simpático. Fue el mejor profesor que tuve en mi vida.
Y, por hablar en profesores,abordando sobre el asunto de las anécdotas en "Don Jesús en el Velosolex", allí sugería que se abriese una página para este tipo de comentarios sobre ex-alumnos y profesores.
Teniendo en cuenta la tradición de los juegos entre León XIII e Instituto Laboral, en esa nueva página conclamaríamos a todos los que tengan asuntos relativos a sus vivencias con profesores, para que fuesen reunidas allí, en un ESPACIO específico para los dos colégios.
Le paso la pelota a Antonio y Margarita para que lo piensen...
Desde Brasil un abrazo a todos los alumnos del Instituto Laboral.
Comentario por José Manuel Casalderrey (10-10-2009 18:34)
De D. Placido recuerdo que un buen día empezó a dar sus clases incorporando un sistema didáctico que nos dejó alucinados en aquella época.
Colocó sobre el encerado un paño de felpa de color verde y sobre él fue adhiriendo una serie de muñecos articulados de cartón cuyas extremidades eran movibles gracias a unos corchetes, aquella pantalla verde se iba completando con paredes, mesas, sillas y demás mobiliario que variaba según se tratara de un aula, tienda, habitación, dormitorio, etc.
Con su puntero señalaba cada cosa y preguntaba ?what is this?
Supongo que hoy en día con cañones proyectores, encerados inteligentes y tantas modernidades resultaría aquel método muy infantil pero mediados los sesenta representó una de las mayores innovaciones que recuerdo.
También recuerdo que un día al entrar en el aula se encontró que un listillo había escrito en el encerado una frase.
The teacher is a animal
No dio tiempo a borrarla antes de su entrada y el silencio era total mientras D. Placido la leía.
Se aproximó al encerado, cogió una tiza y rápidamente la rectificó:
The teacher is an animal.
Nos miró muy serio y soltó una de sus frases lapidarias.
Aparte de maleducado, también ignorante.
Comentario por M Ruiz (10-10-2009 19:27)
D. Antonio Barreiro Barreiro, a pesar de ya en aquella época era de salud muy delicada, era un fumador empedernido, sus ceniceros eran como marcaba la costumbre, las típicas conchas de vieira y siempre estaban repletos de colillas, tanto de los innumerables pitillos que fumaba como de los restos de un sucedáneo de tabaco que también utilizaba y de los que me ha quedado en el recuerdo el nombre de ?fuming?.
Por la tarde solía recibir periódicamente la visita de un practicante que venía a inyectarle su dosis de medicamento.
Por ello siempre disponía de alcohol y algodón en la clase.
Varias veces al día eliminaba las colillas mediante un método que todos sus alumnos recordarán.
Vertía algo de alcohol en la concha y le prendía fuego, pero antes y aquí estaba lo extraordinario, debajo de las cenizas y de las colillas ocultaba una pastilla de clorato potásico que también consumía en cantidades industriales para aclarar la garganta.
Continuaba con la clase pero evidentemente nuestra atención quedaba esclava de aquel cenicero en espera de los acontecimientos.
Cuando por fin la pastilla ?cumplía su función? nos quedábamos extasiados durante unos instantes y después continuábamos con la rutina.
Ya han pasado cincuenta años pero cada vez que veo una concha de vieira usada de cenicero, no puedo evitar acordarme de aquel gran hombre.
Comentario por M. Ruiz (11-10-2009 11:24)
El relato de Miguel Ruíz me ha transportado literalmente a los tres cursos en que fui alumno de D. Antonio Barreiro en la Graduada (1962-1963 enfrente de la iglesia parroquial) y entre 1963 y 1965 en el lateral de Ravella donde hoy hay una peletería. Fue un gran maestro y excelente persona. Recuerdo que por las tardes leíamos, por grupos, dos libros "Corazón" y "España mi patria". A veces se quedaba dormido. Lo de la leche que cuenta Juan Carlos Porto era infumable. Fue la herencia del Plan Marshall que se generalizó en las escuelas del municipoio desde 1954 durando hasta 1970 (Ley Villar Palasí)
Comentario por javier bouzada (11-10-2009 13:29)
Únicamente apuntar una pequeña rectificación al comentario 56, de M. Ruíz.
El gran maestro -prefiero esta denominación a la de profesor- y excelente persona, como dice Javier Bouzada, de la 'Escuela Graduada núm. 1', del que yo fui alumno -tanto en primera enseñanza, como en clases particulares cuando estuve en el 'Instituto Laboral'-, se llamaba, realmente: D. Antonio Barreiro Beloy.
Comentario por Roberto Núñez Porto (11-10-2009 21:39)
Teniendo yo nueve años, una tarde mi madre me dijo que fuese a la tintorería Galicia del Ramal, justo en la esquina en frente de la escuela donde yo estudiaba, teniendo como profesor a Don Juan, tan estricto como buen profesor.
A escondidas cogí la bicicleta de mi padre y hacia allí me dirigí todo contento, por el simple hecho de ir en este medio de transporte- ya me consideraba todo un hombre- pero no sin cierto esfuerzo porqué aún yendo de pie, apenas alcanzaba los pedales. Al llegar aparqué la bicicleta enfrente de la casa del Doctor Don Jaime Montes, y me fui a recoger la chaqueta. Saliendo de la tintorería, observé como junto a mi bicicleta había dos muchachos como si estuviesen esperando por mí. Ambos eran muy conocidos y mayores que yo, de trece y quince años. Uno vivía en El Castro y el otro en la C/ Méndez Nuñez, y como ya era conocedor de su fama de ?gamberrillos? me temía que querían abusar de mí persona. Con todo, crucé la carretera para coger mi bicicleta y mis sospechas no fueron infundadas. No me había equivocado
Intentaron amedrentarme diciéndome que abriese la boca o que por el contrario me pegarían una paliza. Mi opción estuvo bien clara desde el primer momento. Prefería que me diesen una paliza antes que permitir que hiciesen lo que yo sospechaba. Me lo dijeron de forma reiterada y, al no lograr conseguir su objetivo, en vez de vapulearme uno de ellos decidió echarme un asqueroso ESCUPITAJO EN UN OJO. Me sentí como si una serpiente me hubiese escupido veneno. Se marcharon riendo, y tal vez llenos de orgullo como si hubiesen realizado una gran hazaña.
Sin decir palabra, hice uso de las mangas de mi jersey para limpiar mi ojo en tan lamentables condiciones tanto higiénicas como estéticas. En aquel momento! CUÁNTO ECHÉ DE MENOS A NANDÍN RODIÑO MI PRIMO DE ZUMOSOL! Monté en mi bicicleta sintiéndome lleno de rabia e impotencia.
Este tipo de bromas, gamberradas o llámesele como se les llame, no se producían todos los días, pero tampoco eran la excepción. El comparar este tipo de actos u otros similares, con aquellos que cometen hoy en día algunos de nuestros jóvenes es peccata minuta. En mi opinión no debiéramos de censurarlos como solemos hacer. Mucho más culpables somos nosotros los mayores, y muy en particular nuestras tan pobres clases dirigentes. En mi humilde opinión, una vez que la barriga está llena, esencialmente todo se reduce a UN PROBLEMA DE TIPO EDUCACIONAL y no me refiero solamente al hecho de ir a la escuela. Nunca tantas facilidades hubo como hoy en día, y sin embargo nunca tanto fracaso escolar hubo.
En los países donde existe una mayor urbanidad (Aprovecho esta oportunidad para darle un abrazo a mi buen amigo Fabián ?Urbano ¡QUE JUAPIÑO ESTÁS NAL-JUNHA FOTO QUE COLGA A TÚA IRMÁ ) las personas, en general acostumbran a cumplir unas normas y aquí cada vez sucede todo lo contrario por muchas leyes que se hagan. Primeramente cumplamos las que tenemos. Así estas sociedades están mejor organizadas y las personas tienen unas actitudes diferentes, funcionando por regla general mejor.
Al poco tiempo ya me encontraba dentro del enorme edificio de la antigua Falange- prácticamente pegado al Instituto- no sin antes haber hecho lo que era preceptivo, y ya venía haciendo desde una edad escandalosamente temprana, desde los seis o siete años.
Para acceder a dicho edificio, que constaba de tres grandes naves, después de subir unos pocos escalones, uno ya se encontraba con la puerta principal de entrada, la cual no era muy grande -si uno la comparaba con el tamaño del edificio- de color verde y con dos hojas de cristal opaco y con algo de relieve. Una vez dentro y justo enfrente, tal vez un metro hacia la derecha había una puerta también de color verde que daba acceso a una especie de pequeño despacho.
Justo al entrar y frente a la pared, la cual no distaba más de unos tres o cuatro metros de la entrada, me cuadraba marcialmente y alzaba la mano derecha como un autómata - si hubiese levantado el puño dicho hábito habría tenido exactamente el mismo significado y gravedad. ¡QUÉ FACHILLA YA ERA EN AQUEL ENTONCES!
Estando dentro, casi siempre estaba jugando con mi vecino, amigo y persona de un gran corazón: Nandín, conocido más tarde como Chenano y tristemente fallecido. Jugábamos a cualquier cosa pero aquí dentro, normalmente cuando había gente jugábamos a las damas.
¡CUÁNTAS VECES NANDIN Y YO NOS TENEMOS COLADO EN EL EDIFICIO ESTANDO CERRADO! Lo hacíamos alcanzado- aun no se como lo lográbamos- la balconada central de piedra, donde se izaban la banderas y luego nos introducíamos en el interior del edificio. Una vez dentro nos íbamos hacia la nave de la derecha y nos poníamos a curiosear en una especie de estanterías o armarios donde nos encontrábamos con banderas, cascos, banderines con sus escudos, prendas de uniforme falangistas e incluso recuerdo que jugamos con un fusil ¡QUÉ SABÍAMOS NOSOTROS LO QUE TODO AQUELLO SIGNIFICABA!
Entre la nave central y la de la derecha, había como un pequeño mostrador, que hacía las funciones de un minúsculo bar, donde si mal no recuerdo el Sr Emilio tenía alguna cosilla para hacer su dinerillo vendiendo bocadillos. Había unas latas grandes y redondas de mejillones y sardinas. Nandín y yo nos tenemos comido más de una sardinilla!CUÁNTO NOS TENEMOS REÍDO, ESCUCHANDO NUESTRAS VENTOSIDADES BUCALES!
¿Qué diferencia existía entre mi comportamiento y el de aquellos que intentaron pasarse siete pueblos conmigo? Yo no soy la persona más idónea para opinar de mi mismo, pero muy posiblemente en el fondo no había ninguna diferencia.
Yo era el niño más pequeño de todos aquellos que se reunían en aquellas tres grandes naves, y en mi opinión no es muy descabellado el pensar que muy posiblemente fuese de los primeros niños villagarcianos que tuvieron ?la gran fortuna de mamar y aprender los valores democráticos, que ya imperaban por aquella época allende nuestras fronteras particularmente en los países centroeuropeos y escandinavos?.
Yo vivía justo enfrente de los campos llamados ?DE ARRIBA Y DE ABAJO?, actualmente los Jardines del Doctor Fleming. Teníamos tres buenas ventanas y una muy grande y bonita terraza, desde las cuales, incluso sin salir de casa, uno estaba muy familiarizado con todo lo que sucedía por esa zona: vida estudiantil del Instituto Laboral, actividades típicas de la
Comentario por Manuel Martínez (17-10-2009 02:47)
falange, actividades deportivas de todo tipo, particularmente de futbol, baloncesto y balonmano, y como no, con los diferentes juegos con los que nos entreteníamos todos los niños. Juego de la bombilla, la denada( ¿Pandar?, el escondite, la banderita o pañuelo, el aro, la billarda, el huevo, pico o araña, el trompo, las bolas( canicas), el peletre con las niñas, disfrutar con nuestros tutelos y tiratacos o tirachinas, a los indios en el monte de Marxión???
El nuevo edificio de la O.J.E, para muchos muchachos fue un gran acontecimiento. Me acuerdo perfectamente de los días previos a su inauguración, y muy en particular la noche anterior a su inauguración, donde se trabajaba a toda prisa. En aquella época yo tenía 11 años y casi juraría que la inauguración del nuevo y moderno edificio había coincidido con la final de la Copa Davis que España estaba jugando en Australia. Si no fue justo en el día de la inauguración fue por esa época. De la autoridades que vinieron a inaugurar dicha obra sólo me acuerdo del Sr. Queizán a quién veo de vez en cuando y se conserva extraordinariamente bien. ¡Ojalá que lo siga haciendo durante mucho tiempo!
Si se hubiese dedicado al mundo del séptimo arte, quién sabe si su carrera no hubiese sido exitosa. No es la primera vez que tengo oído decir a compañeras mías, que parecía talmente un galán de cine, y que incluso les gustaba más que Clark Gable, con la ventaja de que el Sr Queizán no padecía de halitosis.
Yo estaba todo el día en la O.J.E. sobre todo para jugar a baloncesto donde hice muchas amistades y tan gratos recuerdos conservo, y al ping- pong actividad a la cual dedicaba muchísimas horas. También jugaba al ajedrez, a las damas, escuché por primera vez L. P s de los Beatles, que había traído Miguel Ruíz, el hijo del Práctico, sentado junto con otros muchachos en unos sillones en la primera planta. El mobiliario era totalmente nuevo.
En el mismo lugar donde hasta hace muy poco tiempo estaba la Comisaría de Policía, en el año 1972 se estrenó un pabellón nuevo y de parque. Estando uno acostumbrado a hacer malabarismos botando el balón encima de las piedras, esto constituía todo un lujo y estábamos todos muy contentos. A pesar del hecho de no había canastas reglamentarias, ni estaba pintado el recinto de juego, ni tampoco había ni una sola grada, teníamos lo más importante: ILUSIÓN Y CONFIANZA. Estábamos todos entusiasmados y tan sólo faltaban los complementos.
Hubo que marcar el campo, y por allí andaba Joaquín Briones como buen árbitro de baloncesto que era. Las canastas se fueron a buscar al pabellón de Pontevedra. Yo fui a buscar las canastas en dos viajes junto con el chofer de un pequeño camión. En una de las ocasiones también fue Juan Santos.
Se estrenó para jugar un campeonato intersectorial de baloncesto del noroeste de España y los componentes del equipo eran: Manolo Cores ? Skipy?, Alfonso Corujo? Faneco?, Javier Trillo ?Popy?, Paco Díaz, José Manuel Suarez ?Pitís?, Jorge Alonso?, Vicente López ?Farolo?, Manolo Martínez ?Pichurro?, Nacho García ?Chopo?, Manolo Jimenez ?Colón?, y Roberto Rietz ?Richi? tristemente fallecido De entrenador estaba Juan Santos ?Chato?, UN EXTRAORDINARIO JUGADOR Y ENTRENADOR , quién había tenido la inmensa fortuna de haber recogido los frutos de la EXTRAORDINARIA LABOR que había realizado Vicente Novo con todos nosotros desde muy pequeños.
Dicho evento baloncestístico en aquella época fue todo un éxito ,y una parte considerable de nuestra pequeña ciudad se volcó con nosotros. Me acuerdo de todo lo que sucedió en ese campeonato, antes, durante y después. Todos éramos importantes desde el primero al último, pero era obvio que quiénes marcaban las diferencias en el equipo eran Paco Díaz y Alfonso Corujo.
En la final contra El Inmaculada de Gijón, algunos de nosotros no estábamos en unas condiciones mínimamente aceptables para jugar con ciertas garantías. Es absolutamente cierto que Manolo Jiménez ?Colón? estaba lesionado, pero es un hecho irrefutable que si alguien estaba realmente lesionado y de más gravedad esa persona era Alfonso Corujo. Los otros nos podíamos apañar. Todos éramos importantes desde el primero hasta el último, pero era evidente que quienes marcaban la diferencia en el equipo eran Paco Díaz y Alfonso Corujo.
Fonso tenía una rodilla muy dañada para poder recuperarse en tan sólo veinticuatro horas. Yo fui junto con él al médico, y este se equivocó al decirle que pusiese calor en la rodilla, cuando tenía que haberle dicho todo lo contrario. Su madre estuvo toda la noche con la ayuda de una plancha poniéndole calor en la rodilla, pero la inflamación de la rodilla no bajaba, por el contrario, cada vez se cada vez se inflamaba más. Jugó con muchísimas limitaciones y con una rodillera acolchada de color rojo que le había prestado alguien relacionado con el mundo del balonmano.
No se me interprete mal. Guardo un extraordinario recuerdo de todos los componentes de aquel irrepetible equipo, y propongo porque sería muy bonito que nos reuniésemos para vernos de nuevo.
Se hizo un libro sobre la historia del baloncesto en Vilagarcía y lo que realmente me sorprendió fue que ni tan siquiera ni una sola persona de aquellas que hacían los comentarios, hiciese ningún tipo de mención de Vicente Novo, lo cual en mi opinión carece de toda lógica y es sumamente extraño porque no se puede entender una parte de la historia del baloncesto en Vilagarcía sin él.
Es inconcebible que se haya omitido la extraordinaria labor formativa que realizó. En parte gracias a él, aprendimos a saber ganar y también a saber perder. El meter un balón por un aro no tiene importancia ni trascendencia alguna, sin embargo la influencia que ejerció en la formación de muchísimos jóvenes vilagarcianos fue algo muy positivo, y de bien nacidos es ser agradecidos.
En la primera quincena del mes de agosto de 1969 en el Campo de Abajo hubo una gran acampada de chicos vestidos con camisas azules, boinas rojas y pantalones grises. Procedían de Bilbao, lo cual para mi no tenía ni la más mínima relevancia. En las horas de las comidas se observaba que había más movimiento y actividad, pudiéndose ver los fogones con ollas, tarteras y sartenes de gran tamaño.
Este suceso coincidió con la primera visita a España, después de nuestro triste enfrentamiento, de un hermano de mi padre desde el exilio junto con su familia, quien al igual que otros muchos, debido a las circunstancias históricas se vieron obligados a dejar su ?terruño?. Yo me fijaba como y cuando, mi tío observaba lo que sucedía allí mismo debajo de nuestras ventanas y terraza. Al igual que todos nosotros era un espectador privilegiado.
Comentario por Manuel Martínez (17-10-2009 02:50
Estando yo presente nunca le oí hacer ningún tipo de comentario en el cual hubiese algún atisbo de rencor o de carácter peyorativo.
Me quedaron grabadas para siempre en mi mente, unas palabras que me dijo al cabo de unos días. Me dijo: ?MANOLO YO LUCHÉ CONTRA ESTA GENTE, PERO NO LE GUARDO NINGÚN TIPO DE RENCOR?
Estaba en el destructor Libertad, que junto con otro barco, había hundido al crucero Baleares, hermano de Él Canarias. Un primo hermano suyo, quién estaba entre los miembros de la tripulación del Baleares y que el destructor Libertad había hundido junto, creo recordar, con el Jaime I pero no estoy totalmente seguro. Se decía que tanta era la heroicidad de toda la tripulación del crucero Baleares, que mientras este se estaba hundiendo, todos, absolutamente todos los miembros de la tripulación estaban en la popa del barco cantando el Cara al Sol. Yo en aquel momento me acordé que se nos enseñaba ese tipo de cosas en La Enciclopedia Álvarez y este? relato histórico? tan objetivo aparecía reflejado en sección al final del libro. Nuestro primo se rió a carcajada limpia junto con mi padre y con mi tío, y yo de oyente escuchando cantidad de cosas de las cuales es mejor ?no menealas?. Yo estaba al quite de todo y de oyente por libre. Nuestro primo quién tenía rasgos de escocés o irlandés afirmó con rotundidad que cada miembro de la tripulación aplicó lo que es lo más normal, sensato y humano en estos caso :? sálvese quién pueda?.
Mas tarde me enteré de que mi tío tenía sobre sus espaldas un gran cúmulo de experiencias vividas. Antes de Nuestra Contienda fue testigo en Barcelona de todo el periodo revolucionario, era un atleta y era un muy buen boxeador aficionado. Allí en Barcelona le propusieron enfrentarse con el mejor boxeador español de la época: Ignacio Ara y campeón de Europa. El se negó porque tan sólo era un boxeador aficionado y no quería correr ningún riego innecesario. Estuvo en un campo de trabajos forzados, en el norte de África viendo como la inmensa mayoría de sus compatriotas se morían de paludismo. El afortunadamente resistió este importantísimo asalto -tal vez debido a que siempre había sido un atleta- participó en la Segunda Guerra Mundial con el Ejército Británico y finalmente se estableció en El Reino Unido.
No tengo duda alguna de que Nito Cambre tuvo que escuchar esto en más de una ocasión en casa de sus padres. Se acordará de un día de la primera quincena de agosto del año 1969, cuando fuimos todos los primos a la casa de su tía subiendo aquella cuesta tan empinada, y donde muy cerca había una panorámica espectacular. El había sacado una carpeta a rebosar de recortes de la prensa Lusa, donde todo eran alabanzas de su destreza futbolística. Le llamaban el Torero Español. Tanto yo como Rick y Pencho, nos sentíamos orgullosos al escuchar lo que iba diciéndonos sobre dichos recortes. A ellos les gustó un montón al escucharle decir que había jugado contra el Glasgow Rangers en una competición continental.
Rick, el mayor no lo hacía mal. Jugaba con la Selección Universitaria de Futbol del Gran Londres, y cuando era muy jovencito había ido a probar por el Tottenham Hotspur . No tuvo éxito en esta prueba pero si la tuvo en el campo profesional. Tanto él como Pencho tienen buenas profesiones.
Comentario por Manuel Martínez (17-10-2009 03:00)
Manolo he recibido encantado tus correos.Todo lo que dices de tus tios,Fernando y Enrique Martinez Cambre, primos carnales de mi padre Juanito,es verídico.Mi padre me tiene hablado mucho de sus queridos primos y además un buen amigo de Enrique,Vicente Berride Teijeiro+ que también en sus años mozos era un gran aficionado al boxeo me tiene comentado el buen atleta que era Enrique.Referente a la "guerra civil"!que desastre!primos queridísimos peleándose en distintos bandos y pensar que esto sucedió en muchisímas familias en dónde se pelearon hermanos con distintos ideales!mierda y asquerosa guerra que fastidió la juventud durante años de muchos españoles!por esta razón ojalá que vivamos en democracia el resto de nuestros días y que los políticos se arreglen para dejar a nuestros descendientes una herencia de paz y buen vivir, que creo es lo que deseamos todos.Manolo un saludo de tu pariente Nito.
Comentario por Nito Cambre (18-10-2009 13:00)
Me voy a referir al comentario 72 de Manuel Martínez. Tiene toda la razón en lo acontecido en aquel partido contra los de Gijón. Incluso receurdo un puñetazo que le dieron al entrenador del Bosco de La Coruña por reirse de nosotros. Pocas veces lloré tanto en un partido. No se podía más. Mi padre me decía que eran cosas del deporte, pero yo no lo entendía, aunque sí todo el mundo estaba lisiado. Al final hubo un pequeño atisbo de victoria, pero no pudo ser. Recuerdo a todos ellos; yo formé parte de ese equipo hasta que marché a estudiar Magisterio y lo fui dejando. Eran muchos entrenamientos juntos en los aledaños del Instituto. Antes de Chato, era Vicente Novo el alma mater. No me explico como en la historia del baloncesto de Vilagarcía no ocupa un lugar especial. No hay que olvidar que nos levantábamos a las siete de la mañana para entrenar delante del instituto antes de ir a clase, luego un vaso de leche, un plátano con unas galletas y a clase. Mucho tiempo con partidos sábado y domingo. Muchos momentos de gloria y sobre todo de amistad y de risas; habría para escribir un libro. Vicente era ante todo persona y amigo, pero es imperdonable que se olviden de él. Habrá que reescribir la historia.
Por cierto, el Manuel Martínez que firma la nota no será el jugador del equipo. Si así fuera, un abrazo.
Comentario por Severino Cardeñoso Alvarez (20-10-2009 18:18)
Me cuesta "encontrarme a mi mismo"; pero, efectivamente; antes de leer los comentarios me parecía ser el 3º de la primera fila por la derecha.
¡Que buenos sois!
Yo apenas identifico a nadie, ni recuerdo sus nombres. Si a Richard, a Carrasco, a Durán, a Torrado "el rubio" y poco más.
El el centro con la mano en el suelo, Victoriano González Torres de Cambados, que estudió conmigo en Vigo.
Comentario por Luis A. González Monedero (20-03-2010 12:18)
Saludos para todos los antigüos Alumnos, cuando ingres hera la cuarta promoción con Monedero 2º el mayor estaba ya en cuarto Maneiro,Tomé,Goldar, Laiño,Isidro Viñas Arenaz y otros muchos mas.
Hubo un comentario sobre el Sr. Mariño hobre muy serio y adusto pero un gran profesor, con este Sr. me encotre en la calle Montera en Madrid y mi gran sorpresa fué al saludarle pues el buen señor me reconocio como antiguo alumno suyo. No he visto en nigun comentario se recordara a D. Jose Ares profesor de matematica a los cursos superiores y secretario del Claustro de Propefores. Son muchos los recuerdo de aquellos dias, recuerdo los principios del baloncesto como dice Porto muy duros.Yo abandone el Instituto para irme a la Armada, posteriormente vinieron mas entre ellos Polo, Ramiro Tome, Paz
Comentario por Fernando Alvarez Dominguez (08-10-2010 21:13)
Hablando del Sr. Mariño, me acaba de venir a la memoria otra anécdota que ilustra muy claramente se caracter.
Aquel día, Victoriano (González Torres) llegó a clase sin afeitar.
A esa edad, sería barba de 3 días o más.
Cuando le vio el Sr. Mariño le espetó a la manera habitual en él:
"Como vengas mañana sin afeitar, te meto en la fragua y te afeito con el soplete".
Ni que decir tiene, que al día siguiente Victor llegó perfectamente afeitado. Jajajajajaja
Comentario por Luis A. González Monedero (22-01-2014 12:10)
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Do Instituto Laboral
Dificil me lo poneís.Logicamente es de alumnos del Instituto, pues la unica `persona mayor en la foto, es "D.Gonzalo", el bedél.
Así a primera vista, en la primera linea inferior, se distingue a Carlos Alvaréz Puga,y mas a su derecha tambien en primera linea,esta Duran, que no sabia que habia estado en el Instituto.Tambien reconozco a Manolo Brumbeck Valdés (segundo inferior por la izquierda) y detras de el a Pablo de la Fuente Rodiño.
Detras de Puga, pudiera ser Ricardo Torrado Meaños, y detrs de Richard, Arenaz que es de Cambados.
Comentario por luis (09-07-2009 00:44)
A la izquierda arrimado al arbol, esta Eduardo Porto.En la fila superior, la cabeza que mas destaca es la de "Colis" Alvarez Renda.El que está debajo del "tipazo" de la gabardina con un jersey negro, es Mito Vega.El que esta en la fila inferiór en el centro entre Puga y Durán, es Victoriano, que vivia en Cambados,y ahora esta o estaba hasta hace poco de jefe de mantenimiento del Hospital Juán Canalejo.El segundo que esta de pie arrimado al arbol de la derecha, es Torrado, un chico que vivia en La Lomba, y que se marcho a Alemania al salír del Instituto.Debajo de Candido a la derecha, está Jose Luis Bouzada Campos.
El cuarto por la derecha de la fila superior, parece Enrique Porto Rey.
Ahora que siga Joaquín, pues tiene que estár en esta foto.
Comentario por luis (12-07-2009 19:55)
No se si creerme todo lo que dice Luis.
Hay una mezcla de edades que no "me cuadran".
Si Victoriano es el que dices que es, José Luis Bouzada no puede ser el que apuntas: Victoriano es mayor que nosotros y José Luis más joven y ahí aparentan más o menos la misma edad.
Lo mismo digo con Eduardo y Enrique Porto con bastante diferencia de edad.
Idem con Victoriano y Colís que deben ser más o menos de la misma edad.
Pediremos la foto al "rectorado" con resolución para ampliar y haremos Luis y yo la reunión que tenemos pendiente en mi casa e indagamos.
Comentario por Paco Salgado (12-07-2009 20:30)
Veo que hay cierto despiste con la gente de la foto. Voy a citar algunos:Arriba el de gabardina es Amadeo, que participaba en la Radio Parroquial y luego trabajo en el Hispano, a su lado Moncho Regueira, seguido Santiago Ferreira, luego José Luis Bouzada, luego hay 3 de los que no me acuerdo del nombre, al lado de D. Gonzalo está Ozores, detrás Fiuza, luego Patiño, Benito Bouzada, otro que no conozco, luego Margalet, Raño, Quique Porto, Maestú, Maneiro y Encisa(+). Abajo en primera fila,Cunino al que tira Mejuto, Richard, Victoriano, Bandin, Durán y Rancho(+) con boina. A la izda. con gabardina blanca, Manolo Brumbeck, encima de él, Pablo de la Fuente, tirando hacia la derecha Jose Mª Conde, JUan Manuel Arenaz, Escudeiro Moure, Mariño, luego encima Carlos Puego, a su izda. Moncho Vilas y José Nuñez (transportes) hacia arriba Cándido, Juan Miguel de Andrés, Montenegro Faro, y más a la derecha Mingos, Juan de Dios,Ramos, más a la derecha Patiño (el poeta), Martínez Torrado y con cazadora de cuero Mingos Sampedro. El que se agarra al árbol es Ochoa, de Caleiro, a su lado Alavarez de Carril, Gonzalez Monedero y otro de Carril que creo se llamaba Ramos, a su lado Kuki Martinez Vazquez que se apoya en Pepe Encisa, por ahí también estoy yo, que me apoyo en Juan Gil(+) al que solo se ve un trozo de la cabeza por encima de Bandín. Por encima de mi cabeza está Luis Galban y a mi lado Bua "El negro". Hay más gente identificable, pero no me acuerdo de los nombres.
Comentario por Jesús Méndez (13-07-2009 20:05)
Aclaración: Donde dice Carlos Puego, quiere decir Carlos Puga, o mejor Carlos Alvarez Puga. Si me equivoque en algún nombre, pido disculpas, pues los años no perdonan.
Comentario por Jesús Méndez (13-07-2009 20:11)
Menos mal que Jesús nos aclaró bastante las ideas.
En esta foto, estan los de la primera promoción Regueira, Margalet, Raño, Encisa,Porto, Alvarez Puga,Ferreira,Amadeo ,Torrado,etc.Y logicamente a partír de ellos , cuatro cursos mas abajo.
Según me confirman, los hermanos Porto Rey coincidieron en el Instituto durante un curso, uno en quinto, y otro en primero.
Es logico que Jesús se acuerde de los que se aproximaban mas a su edad,pero hay en el centro de la foto, un montón de chavales irreconocibles , y que serían los de los primeros cursos.
Entonces, en donde estan Gutierrez, Muñoz, Carrasco,Blanco,Fandiño,Caamaño,Tomé,etc.
El unico reconocible es Eduardo Porto, que esta a la izquierda cerca del arból.Hay dos que pudieran ser, pero con bastantes dudas,Guillermo Vega y Jorge Garcia Romero.Logicamente, en la foto no están todos, pues mas de uno se habría marchado antes de hacer la foto.
Jesús,¿Cuando te refieres a José Luís Bouzada, te refieres al hermano de Benito ? Si es así, te has equivocado, pues José Luis era el hermano pequeño.
Comentario por luis (13-07-2009 23:31
Tiene razón Luis en lo de los Hnos. Bouzada, el mayor era Jesús, el segundo Benito, luego era Santiago y el menor José Luis. Uno de los mayores y el menor han muerto hace algún tiempo.
Respecto a lo demás que señalas, te diré que los de la foto somos los tres primeros cursos del Instituto, los ingresados en 52/53, 53/54 y 54/55 que éramos los más pequeños de la misma. Lo que no puedo precisar porque la foto, que es sacada por Martín, no tiene fecha pero es muy posible que fuese el año 1956, en cuyo caso serían los cursos 2º, 3º y 4º los que enviasen a los Ejercicios Espirituales, no conside-
rando a los de 1º preparados para el "tormento". Si fuese del año 1955 serían los cursos 1ª, 2ª y 3ªobviamente
Dices que falta gente, algunos de los que nombras serían de 1º,(en caso de ser la foto del 1956) y otros como Laureano Tome puede estar en algunas de esas cabezas que apenas se ven o bien se había escapado ese día de la iglesia o de la foto, porque algunos lo hacían.
Respecto a que hay muchos desconocidos por el medio de la foto, ya sabes que los alumnos procedían desde Cambados a Catoira y de Caldas a Boiro y La Puebla
En el curso de 1º (54/55) éramos más de 70 alumnos, serían 40 los de 2º y entre 20-25 los de 3º. Algunos solo aguantaban un curso, por lo que no es extraño que haya muchos desconocidos además de ser difíciles de identificar todos en una foto tan pequeña y muchos medio tapados. En el curso de los mayores, el benjamin era Carlos Puga, que aún no tenía "pelusilla" cuando otros del curso que le llevarían más de 5 años, como Ozores, Barreiro (el buzo, que tampoco veo en la foto)y Margalet se tendrían que afeitar a diario. En este curso el mayor coleccionista de Matrículas de Honor era Ramos (8-9 por curso). En el siguiente curso, donde estaban Montenegro Faro, Miguel de Andrés, Tomé, Polo, Mingos, Regueira, etc. el coleccionista era Areán (de Godos) también entre 7-8. Y en nuestro curso teníamos a Arenaz y Escudeiro, ambos de Cambados, que nos mostraban un camino que los demás no seguiamos (7-8 matrículas por curso).
Te señale antes a Regueira en el curso intermedio, por que creo que aunque había comenzado con los mayores, había repetido curso. Antes sabes que no hacía falta realizar tantos "esfuerzos" como tienen que hacer los alumnos actuales, para que tuvieses que repetir
Con todo este "rollo" espero haber aclarado algo más sobre la foto y los alumnos que estamos en ella. Disculpa los errores, que pudiera haber.
Comentario por Jesús Méndez (14-07-2009 19:44)
Jesús, en la fila superiór la cara que está mas alta, yo diria que es Colis Alvarez Renda.Ayer le llamé, y me dijo que el no se acordaba de la foto,ni tenia idea de los ejercicios espirituales, y que posiblemente seria su primo Fernandez Renda el que esta en la foto, pues se parecia mucho a el.Yo sigo creyendo que es el.Colís ingresó en el año 1954.
El que esta arrimado al arból, con un abrigo beige, yo diria que es Eduardo Porto. ¿ Que opinas ?
Gracias por tu respuesta.
Comentario por luis (14-07-2009 22:08)
Mi promoción fue la del 55/56, con Vicente Riveira Rico, Alejandro Cores Sánchez, Jaime Antonio Muñoz Sánchez, Isidro Viñas(Villanueva de Arosa), José Fernández Dios (Cambados), Cabanillas (Cambados), José Luis Renda "Colís", José María Conde Teijeiro (Carril, el primo al que hace referencia Margarita), Manolo Brumbeck, Maneiro (Carril), Cuqui Fandiño, Roberto Fariña (Cambados), Ricardo Núñez Nogueira (Cambados), Rodrigo Piñeiro (Cambados), Juan Pérez (Catoira), Sergio Gómez,...
Empezamos 60 alumnos en 1º, y a 4º únicamente llegamos 16.
Comentario por Roberto Núñez Porto (15-07-2009 01:21)
En la foto el de la cara más alta es Jesús Bouzada, y el que está cerca del árbol con un abrigo beije a la izquierda de la foto se llama Kuki(?) que trabajó bastantes años en la caja del Banco Pastor en Villagarcía. En cuanto a Colis aparece en otra foto que comentó Paco Salgado en esta misma página y donde si aparece. Respecto al comentario de Roberto Núñez decir que tanto Manolo Brumbrek como José María Conde Teijeiro empezaron en nuestro curso 1954/55. Quizás fuese Juan Carlos Conde, que fue funcionario del Ayuntamiento al que se refiere. Por otra parte no recuerdo si Brumbeck repitio curso en primero. Pero nuevamente vuelvo a insistir en que el curso de los más pequeños de la foto es la promoción del 54/55. También hay un Renda, que vive frente al Ayuntamiento al lado del Liceo viejo, que me parece que trabajó en Larsa, pero apenas se le conoce por tener las manos delante de la cara, y esta en primera línea al lado de Brumbeck y por encima de Cunino (tirado en el suelo, empujado, y con una cartera en la mano). Luis, cuando vengas por Villagarcía, a la vista de la foto comentamos lo que podamos y recordemos.
Comentario por Jesús Méndez (15-07-2009 01:56)
Luis y yo ya habiamos mantenido la reunión (telefónica pero reunión) a la que me refería en mi comentario 11 y ya habiamos discutido muchas dudas de identificación basadas en una foto con mas resolución que Luis me envió.
Mendez nos detalla muy bien a muchos a los que, tanto Luis como yo, conocimos ya con mas años de los que aparecen en la foto.
Muchos de ellos (los Bouzada, Maestú, Margalet, ...) ya habian terminado en el Instituto cuando Luis y yo entramos en Octubre del 57.
Comentario por Paco Salgado (15-07-2009 18:40)
En lo que se refiere a Manolo Brumbeck, sé que estuvo con nosotros porque, en segundo curso, tuvimos ciertas diferencias verbales sobre la medida de un ángulo, en clase de matemáticas. Lo que ya no recuerdo es si pasamos juntos de primero a segundo.
En cuanto a Conde Teijeiro, puede ser que se trate de otro. No estoy en condiciones de discutirlo. Lo que sí recuerdo, con absoluta claridad, es que tenía una excelente caligrafía.
En otro orden de cosas, en el comentario nº 21, donde puse José Fernández Dios, quise decir José Fernández Rodiño (Cambados).
Por último, también Luis Angel González Monedero -hijo de D. Marcelo González, director de la Banda de Música-, era de la promoción 55/56. Y, al pasar a segundo, nos encontramos allí a José Laya Mejuto y a Daniel Míguez Rodríguez (Neluco).
Supongo que me habré olvidado de algunos compañeros, y les pido disculpas, pero las neuronas están tan saturadas de información que, del mismo modo que un ordenador, a veces se "cuelgan". Lo siento.
Comentario por Roberto Núñez Porto (15-07-2009 19:53)
Roberto: Como dije en un comentario anterior en nuestros tiempos sabes que no había que hacer "esfuerzos" para repetir curso. No recuerdo quienes de los que empezamos en Octubre de 1954 se quedaron un año más en 1º o en 2º e incluso algunos repitieron más de una vez el mismo curso. Por ello si en la foto reconoces a Monedero (cuarto en la fila de abajo donde Ochoa está agarrado al árbol) y a Manolo Brumbeck con la gabardina blanca hacia el otro lado de la fila, es que ambos habían empezado en el Instituto en 1954, y por la razón que fuese coincidieron contigo luego en 1955. Considero que es la explicación más lógica. Sobre Conde Teijeiro no hay duda alguna por un detalle que estando en 3º de pasó con Manolo Rguez. Padin.
Comentario por Jesús Méndez (16-07-2009 20:27)
Tal vez por ser fin de semana, o porque las neuronas han decidido reagruparse, los recuerdos fluyen con mayor facilidad y hacen revivir momentos que uno tenía "casi" olvidados.
Recuerdo a don Gonzalo, bedel muy cumplidor, abriendo la puerta del aula y asomándose, sin soltar la manecilla, diciendo: "Faltan cinco minutos, don Rodrigo". Y así cada hora, en cada clase, cambiando el nombre del profesor, naturalmente. Algunas veces, con don Miguel Losada, la fórmula ¡vaya, qué casualidad! sufría dos alteraciones. Además del primer aviso, llegaba un segundo: "Ya es la hora, don Miguel"; y un tercero: "Pasan cinco minutos, don Miguel".
En primer curso -recordaréis que el aula era la de mayor longitud, y el encerado ocupaba la pared del fondo y la del lateral derecho-, entra don Miguel, con su cartera de piel en la mano, la pone sobre su mesa, y nos dice: "Sacar las libretas para tomar apuntes". Así lo hicimos, y él, cogiendo una tiza, empezó a escribir en el encerado del fondo, con letra pequeña y las palabras muy juntas, y nosotros -con mucho esfuerzo, debido a la distancia y al tamaño de la letra-, intentábamos copiar aquel galimatías. Una vez cubierto este encerado, continuó con el siguiente. ¡Sudábamos tinta china!; sabíamos que no nos daría tiempo a copiar todo. Bien, se acercaba la hora y... ¡al fin! abrió la puerta don Gonzalo. Volvió dos veces más, y una cuarta: "Don Miguel, pasan diez minutos". Y él seguía a lo suyo. Entonces, se abrió la puerta por quinta vez y entra don Manuel Abuín: "Miguel, perdona, pero no me advirtieron que tú clase hoy duraba dos horas..."
Don Miguel, dejando la que ya era la cuarta tiza, cogió su cartera y se despidió con un "Hasta el próximo día". Por supuesto, no terminamos de copiar aquellos dichosos apuntes.
Comentario por Roberto Núñez Porto (19-07-2009 22:17)
Del mismo modo que ocurría en la "Mili", también en el Instituto había una frase con mucho ingenio ¡hay gente para todo!, que iba pasando de una promoción a otra, y que, supongo, recordaréis. Se trata de un relato, reducido a la mínima expresión, en el que los personajes son cinco unidades eléctricas: "Un Amperio y un Faradio se fueron a dar un Voltio, se metieron en un Vatio y se dieron por el Culombio".
Nota.
Si las altas instancias consideran improcedente este comentario, asumo la total responsabilidad, y aceptaré la decisión de que sea eliminado.
Comentario por Roberto Núñez Porto (19-07-2009 23:11)
D. Miguel Losada nos "freia" con apuntes y nosotros no eramos buenos tomándolos. Quiero decir que a veces escribiamos "la paja" y no llegábamos a tiempo para copiar "el grano".
Era típico tener en los aountes:
Ley de Faraday.-
A finales del siglo XVIII, principios del XIX, el eminente físico Michel Faraday emitió una ley que decia:
"?????"
¡Habiamos escrito todo menos la ley!
Cuando le deciamos, D. Miguel, puede dictar más despacio que "nos quedamos atrás", el respondía: yo no dicto, yo explico y vosotros tomais nota de mis explicaciones. ¡Punto y aparte! y continuaba con su sistema.
También tenia una "guerra sorda" con el bedel Gonzalo porque siempre la faltaba tiza en la mitad de las explicaciones
Comentario por Paco Salgado (20-07-2009 23:38)
A don José Mariño Ferreira, profesor de Tecnología Mecánica y Taller,todos le llamábamos: señor Mariño; incluido don Gonzalo.
Su presencia intimidaba -me recordaba al actor Curt Jurgens (Miguel Strogov, El albergue de la sexta felicidad, etc.)-, aunque también tenía su lado sensible, como todo el mundo. Tranquilizaba mucho verlo sonreir.
Recuerdo dos situaciones, diametralmente opuestas, en las que yo estuve involucrado. La primera, en talleres de segundo curso, haciendo un trabajo de ajuste. Se trataba de hacer una placa cuadrada (aprox. 80x80x8 mm), con un orificio central cuadrado, en el que dos de sus caras tenían una inclinación de 45º. Por otro lado, había que hacer un prisma rectangular, también de sección cuadrada, en el que una de sus bases era oblícua con igual inclinación que el orificio de la placa (45º). Este prisma tenía que introducirse, con un ajuste ¿perfecto?, en el citado orificio.
(Perdonarme, pero tengo que ir a cenar. Continuaré más tarde. Gracias)
Comentario por Roberto Núñez Porto (21-07-2009 23:07)
¡Ya estoy de vuelta!
Bien, creo que recordaréis esta pieza de ajuste o conjunto de intersección. La placa conseguí hacerla en un tiempo razonablemente corto, y bien. Pero, el prisma ¡coño, con el prisma!, me costó sangre, sudor y lágrimas -metafóricamente hablando, claro está-; pues, como sabéis, se hacía a partir de barra de acero de sección cuadrada de 30x30 mm.; y su medida definitiva, pieza terminada, sería de 25x25 mm.
Limazo va, limazo viene; comprobación de planicidad con la escuadra de solapa; apreciación de lomo en el centro -comprensible, por el vaivén del manejo de la lima-; vuelta a limar, vuelta a comprobar... Resultado: me quedó un prisma de 12x12 mm. Mis compañeros de banco me "animaban", diciéndo lo que me iba a hacer señor Mariño cuando viera aquella "desfeita". Podéis imaginaros mi estado de ánimo, mi desesperación y, por qué no decirlo, mi "canguelo". Traté, inútilmente, de conseguir un nuevo trozo de material; pero fracasé en el intento. Entonces, después de una profundísima reflexión, decidí exponerle el caso al señor Mariño.
Allí estaba él, de pie, ligeramente apoyado en la mesa de trazados, dándole la espalda a los mármoles y a los gramiles. Una fila de alumnos de primero, con el calibrador en la mano, esperaban su turno para que el señor Mariño comprobara si habían puesto bien la medida. Yo, al final de aquella fila, esperé mi turno. Las pulsaciones de desbocaban cada vez que adelantaba un puesto... Al fin llegué, con la pieza en la mano derecha escondida a la espalda. Y tú, qué quieres, me preguntó. Lo miré de frente, adelanté el brazo con la pieza en la mano, bien visible, y le dije: señor Mariño, ¿usted cree qué hay derecho a qué me haya pasado esto? Él, sonriendo, miró lo que quedaba de la pieza, y me contestó: hombre, esto parece un mondadientes; eres un comepiezas; busca al señor Cardeñoso y que te dé un nuevo trozo de barra de 30 mm.
Después de aquella alegría, ¡infinita alegría!, conseguí terminar la pieza dentro del plazo fijado ¡Y ajustaba a la perfección!
(Ya es hora de irse a la cama. En otro momento os contaré los pormenores de la segunda situación vivida, que no fue tan agradable como la primera)
Comentario por Roberto Núñez Porto (22-07-2009 01:37)
En el comentario anterior, la pieza con una base oblícua, la denominé "prisma rectangular"; cuando, en realidad, debería haber dicho "paralelepípedo". De todos modos, creo que ya me habíais entendido.
Y la segunda situación, se desarrolló en clase de Tecnología Mecánica de cuarto curso. La escenificación fue la siguiente: Aula de 4º, contigüa al Laboratorio, un lunes a primera hora de la mañana.
Estábamos ya todos sentados, hablando, cuando el señor Mariño abre la puerta; dice un ¡Buenos días! un tanto forzado, lo que significaba que venía de mal humor. ¿El motivo?, tal vez porque era lunes; o tal vez, por ser las nueve de la mañana. La cuestión es que se sentó, en silencio -como tenía por costumbre-, y en el aula no se oía ni el vuelo de una mosca. Girando la cabeza, lentamente, hizo un "barrido" de izquierda a derecha, con una mirada que nos dejaba helados. Pasaron cinco o seis minutos, y llamó, por su apellido, a uno de nosotros (por respeto a este compañero, prefiero mantenerlo en el anonimato), para que se acercara a su mesa. Este alumno, se situó entre la mesa de señor Mariño y el encerado. Después de treinta segundos de silencio, le dice: Qué son los árboles de transmisión, poleas y correas, y para que sirven. Y este alumno, que, además de estudioso, tenía una extraordinaria capacidad de retentiva, hizo una exposición literal sobre el tema, casi como si lo estuviera leyendo. ¡Asombroso!
Señor Mariño, después de escuchar semejante alarde, se levantó, le cogió la cabeza con las dos manos, y la golpeó repetidas veces contra el encerado, repitiendo: ¡chapón, que eres un chapón!... Cuando dejó de golpearlo, lo giró hacia nosotros y le propinó tal manotazo en la nuca, que lo impulsó directamente hacia el pupitre. El espectáculo nos sobrecogió. Ninguno de nosotros se atrevía a levantar la mirada...
Pasados unos minutos, eternos minutos, dice: Tú, el número siete, no escondas la cabeza como el avestruz y ven aquí. Yo era el número siete.
Como era natural, me hizo la misma pregunta. Yo, que además del libro de texto, conocía físicamente el funcionamiento de los sistemas de transmisión de movimiento, por haberlos visto en algunos talleres -por ejemplo, "Tres hermanos"-, tenía un razonable conocimiento sobre el tema. De manera que, con la debida prudencia, empecé a explicar en que consistía un árbol de transmisión; cuál era el árbol conductor y el conducido; la función de las poleas; las correas de transmisión y como se unían, o reparaban, mediante grapas metálicas... Terminé mi exposición, razonablemente satisfecho, con las naturales limitaciones oratorias propias de la edad. El silencio volvía a imperar en el aula; señor Mariño me dirigía una mirada hiriente, desafiante. Yo empecé a preocuparme y me temía lo peor. De pronto, me dice: ¿Eso es lo qué viene en el libro de texto? Entonces, con más pánico que convencimiento, le dije que había hecho un resumen y que, en síntesis, aquella era la respuesta. Sin darme tiempo a reaccionar, me dió un manotazo en la nuca y llegué a mi pupitre sin ningún esfuerzo... ¡Faltan cinco minutos, señor Mariño!, dijo don Gonzalo. Él se levantó, y se fue sin decir nada. Sin duda, tenía un mal día; y eso que aún acababa de empezar.
El alumno en cuestión estudió una carrera universitaria, y dá alguna que otra conferencia. Y yo,... aquí, contando batallitas.
Comentario por Roberto Núñez Porto (22-07-2009 20:46)
Yo conocí al Sr. Mariño en días de cabreo, en días buenos, en viajes de fin de curso y, después de mi etapa del Insituto, descubrí un Sr. Mariño padre.
Me explico, me había pedido que ayudara a su hija dandole unas "clases particulares".
Este Sr. Mariño era otra cosa.
En clase ceo que todos podemos recordar anedoctas con él pero yo voy a recordar una que ya hemos escrito en el blog del Instituto y que ha precisado el protagonista Fernando Fernández Vieites ("Xoto") que exageraba conscientemente el "ser da aldea".
La clase era sobre resistencia electrica y explicaba la formula que relacionaba la citada resistencia con la longitud y sección del conductor.
Como parecia que la cosa no quedaba clara echó mano del "simil agrario" y dirigiendose a Xoto le preguntó:
Si estás haciendo un rego con el sacho ¿como te cansas mas?
Respuesta irónica de Xoto: "depende del larjo del rejo y del tamaño del sacho"
Comentario por Paco Salgado (22-07-2009 21:16)
Querido Roberto, Entendí perfectamente el mensaje de tus vivencias y no has herido sensibilidades, por lo menos la mia porque recuerdo que,al menos en 1º, con 10 años, cuando teniamos clase con Sr. Mariño todos ibamos en "prevengan".
Mi intención, como creo que has entendido fue añadir una faceta del Sr. Mariño, menos conocida y vista desde otra edad, otra relación, otra perspectiva, ...
Por favor, tu sigue contando lo que recuerdes, lo haces muy bien, redactas bien, resulta ameno, ¿que más quieres que te diga?
Por cierto, Luis, con el que acabo de hablar, tiene algún matiz corrector a la anedocta del sacho/legón y rejo de Xoto. Recuerda, probablemente mejor que yo, el dialogo Sr. Mariño - Xoto.
A ver si Luis se anima y lo describe.
Comentario por Paco Salgado (22-07-2009 23:09)
Amigo Paco, agradezco tu comprensión que, además, sé que es sincera. Por mi parte, como no podía ser de otra forma, comprendo que mantener la objetividad, en cualquier manifestación y en cualquier ámbito, resulta siempre muy difícil. No obstante, como tú bien dices, la edad es un factor determinante que nos hace ver las cosas desde otra perspectiva.
Si me lo permites, quiero aclarar -a propósito de lo expresado al final del comentario nº 32- que únicamente he pretendido dar un toque de ironía, y no de resentimiento, al mencionar lo de la carrera universitaria y las conferencias. Primero, porque el anónimo alumno tenía mérito, capacidad y perseverancia suficientes para terminar con éxito la carrera que ha escogido. Segundo, nos conocemos desde la más tierna infancia y hemos hecho muchas gamberradas juntos. Y tercero, yo conozco mejor que nadie mis posibilidades, pero también mis limitaciones. Que son muchas.
Llegados a este punto, zanjamos ya el asunto..., y aquí paz y después gloria.
Comentario por Roberto Núñez Porto (23-07-2009 00:57)
Aunque has dejado el asunto zanjado, con tu permiso,voy a hacer un pequeño comentario.
Cuando ingresamos , en 1957, sí estabamos todos "acongojados" esperando el primér día de clase con el Sr. Mariño.La verdad era un hombre que "imponia" fisícamente, y aún encima venia precedido de una fama que asustaba.Cuando venia andando en dirección al Instituto, ya habia vigias que dabán la alarma y cuando estaba a 150 metros,el silencio en todo el edificio del "Centro" era sepulcral.
Roberto, no pongo en duda la veracidad de tu comentario, pero Paco puede corroborar que durante nuestra estancia en el Instituto, posiblemente alguna "caricia" que otra hubiese regalado, pero sin llegár a los extremos que tú relatas.
Paco y yo, junto a otros compañeros convivimos con el todas las mañanas durante dos años.Como todos nosotros tenia sus defectos y sus virtudes.Como dice Paco, en ocasiónes en las que convivimos mas con el,durante alguna excursión de fin de curso, siempre fué de lo mas ameno y educado.
Os recuerdo los dias previos a las vacaciones del "Zafarrancho" en talleres dandole a los bruzos y barriendo dale que dale.
Otra anecdota si de mal gusto que recuerdo,pero que de chavales te hacen gracia,fue cuando aparecio un inodoro atascado.
Nos puso a los dos cursos juntos en talleres, , y nos pregunto por los que habiamos ido al water.Por mala suerte para el unico que habia ido,le dijo, parece mentira que con lo pequeño que eres hallas atascado el water de esa manera.Venga a desatascarlo, y con la mano ¡eh!.En cinco minutos quiero verlo limpio.
Como es logico, acudió rapido a desatascarlo, con un cepillo logicamente.
La anecdóta que menciona Paco, si era relativa a la famosa diferencia de potencial de la corriente electrica y de la resistencia.En vista de que Xoto, no entendia lo que trataba de explicarle, el Sr. Mariño, le pregunto : ¿ Vamos a ver , tu padre tiene leiras ? Pues sí, le contestó.Entonces cuando va a sachár, ¿le lleva siempre el mismo tiempo cavar un largo,de la leira? Pues no, señor . Entonces,dijo el Sr. Mariño, según encuentre mas o menos resistencia en el suelo, tardará mas o menos tiempo en llegar .Lo mismo ocurre con la corriente electrica, cuanta mas resistencia oponga el cable,mas tiempo tardará en llegar al finál del mismo.
A los pocos segundos, Xoto respondió, pues mire Ud.el tiempo que mi padre tarda en cavar un largo de la leira, depende y "asejún".Y volviendo a decír el Sr. Mariño ¿Como y "asejún" ? Si el suelo opone mas resistencia(es mas duro), entonces tardará más logicamente.
Pues no, Sr. Mariño, depende y "asejún".El tiempo que mi padre tarda en cavar un largo de leira, depende de la profundidad del "riejo" y mas del ancho de la "lejoña".
Como comprendéreis, el Sr. Mariño debió de pensár en ese momento "Tragame tierra"
Comentario por luis (23-07-2009 13:51)
32 Como bién dijo suso Méndez en el comentario 25, en aquellos tiempos no hacía falta hacer "mucho esfuerzo" para repetir curso. Yo soy del 56/57 y en primero eramos 85 almas nuevas + 25 repetidores.
Después de leer a mis colegas, verdaderas "enciclopedias andantes", a los más parcos en el "léxico" solo nos quedan las "migajas" para comentar anécdotas.
No recuerdo bién la fecha pero sería allá por el año 57 cuándo en una mañana lluviosa de marzo y ya comenzado el tercer trimestre del 1º curso del 56, con aquellos ventanales enormes con vistas a la "carballeira", entró como siempre el Sr. Mariño con cara de "lunes" y se dispuso a comenzar la clase.
Por desgracia, al primero que le tocó la china fue a mí. Por la explosiva entrada y acostumbrados los del "gallinero" a que no nos preguntase casi nunca, no me lo esperaba y quedé totalmente bloqueado ante la pregunta: " Sr. Sampere, enumereme dispositivos para hacer taladros". Me quedé de piedra y sin poder responder y no se me ocurrió otra cosa que mirar hacia los ventanales y a la lejana "carballeira". Mirándome, el Sr. Mariño me preguntaba: Sampere, hay caballos fuera (creo que lo decía por el caballo de Cascón que pastaba por allí); Sampere, sigue ahí la carballeira; Sampere llueve. En la clase, poco a poco se incrementaban las risas.
¡ y vosotros, de que os reís! ¡Haber Sr. Porto (se lo decía a Eduardo Porto Rey - Portito-) dígame Ud. herramientas para taladrar!.
A Portito solo se le ocurrió decir: el BIRBIRIQUÍ Sr. Mariño - risas y carcajadas de toda la clase- . Después de un brevisimo silencio sepulcral, el Sr. Mariño muy serio y dirigiéndose a Portito, le dice: Sr. Porto, querrá Ud. decir el BERBIQUÍ. ¡ No Sr. Mariño, es el BIRBIRIQUÍ
Comentario por Joaquín (23-07-2009 19:22)
Otra que también le hacíamos al Sr. Mariño, era marearlo con las dichosas mordazas. El que siempreestaba "al loro" era Pequeñote. Constantemente los que queriamos "fanar" la clase de Mariño, no teníamos más que "chuzar" a Pequeñote para que le espetara: Sr. Mariño, no hay derecho, los de 5º siempre nos hacen lo mismo, nos esconden las mordazas y ahora no podemos limar ¿nos dá su permiso para ir a la carballeira a buscar latas para hacer mordazas? - Vale pero, que sea la última vez.
Estas y las contadas por Paco, Luís, Roberto, Suso, etc., están sirviendo para remover el "disco duro" que lo teníamos con "telarañas".
Comentario por Joaquín (23-07-2009 19:31
En lo que respecta a +la foto, cuando haceis mención de Guillermo Vega, debeis decir ELEUTERIO VEGA (al lado de Cándido). Al lado de Don Gonzalo está Manuel Rey Figueiras, encima de Escudeiro y al lado de Núñez está Moncho Vilas. El que está con el abrigo claro a la izda. de la foto es el hijo del camarero del Casablanca (no me acuerdo del nombre)Encima de Encisa y cerca de Méndez está Agra y al lado de Manolito Brumbeck (sólo se ve media cabeza) me parece ver a Reguera, en el futuro cuñado de Laya Mejuto.
Comentario por Identificador anónimo (27-07-2009 01:11)
Paco, debo rectificarte en tu apreciación, pero se trata de mi hermano Terio. La foto es del 54.
Comentario por mito (05-09-2009 14:07)
Querido Mito, querido compañero de curso, yo no te he identificado ni a ti ni a tu hermano Terio. La foto, incluso la que me enviaron con mas resolución, contiene las imágenes tan pequeñas que me resultó imposible identificar a todos estos colegas que eran mayores que nosotros.
Luis tiene más habilidad que yo para estas cosas y me ha señalado a muchos, entre ellos a Vega sin distinguir Mito o Terio aunque en esta foto la frente y "tupé" de tu hermano es muy parecido al tuyo cuando estábamos en el Instituto.
Comentario por Paco Salgado (16-09-2009 18:34)
Esta tarde, por primera vez he echado una ojeada a los comentarios que se hacían acerca de la persona del Sr. Mariño y es de suponer que las imágenes y reminiscencias que aparecieron en mi mente serían, sino exactamente las mismas, si muy semejantes, a los que en buena lógica tendrían aquellas personas que fueron estudiantes del Instituto Laboral y tuvieron acceso a dichos comentarios.
Yo poco más puedo aportar. ¡Qué os voy a contar yo si en lo esencial, en cuanto a su faceta como docente ya está casi todo dicho ¡
Pero lo si que voy a tratar es de poner mi pequeño grano de arena, e intentar reflejar su lado bueno y humano que todos los seres humanos en cualquier contexto social tenemos. La gente sabia nos dice que nadie en este mundo es pura maldad, y que si somos lo suficientemente pacientes- lo cual no es tarea fácil, llegará el día en que esas personas nos mostrarán su lado bueno ¿Quién no ha tenido en algún momento de su vida algún tipo de problema de relaciones personales, económico, de falta de trabajo, de falta de salud o de cualquier otro tipo? ¿Conocéis a alguien? Yo no.
No es algo inusual que en ciertas ocasiones, nos llevemos una muy grata sorpresa, cuando al estar pasando por cualquier tipo de las situaciones difíciles que nos depara la vida, aquellas personas de quienes nunca esperaríamos ningún tipo de ayuda, sino todo lo contrario, sean las únicas que cuando nos estamos ahogando, nos echan una mano para que no toquemos fondo. Sin embargo no es la primera vez que sucede, que en ciertas ocasiones aquellas personas de quienes esperaríamos cualquier tipo de ayuda, nos dan la espalda, y no solamente no nos echan una mano para que no nos ahoguemos, sino que puede suceder que nos pongan el pie encima de la cabeza para que nos vayamos al fondo y nos ahoguemos.
Yo era un estudiante, digamos de término medio, aprobaba los cursos en Julio, gracias a lo cual podía disfrutar y pasar todas las mañanas y tardes de verano con mis amigos. Al principio en el hoyo del Cavadelo y, más tarde en la Playa de Compostela cuando aun estaba el muelle de Lantero.
Pero un año después de haber finalizado las clases de 6º Curso, al ir a recoger las notas con toda confianza, cual fue mi sorpresa que había suspendido Talleres y Tecnología, asignaturas que al menos en mis tiempos, no eran precisamente consideradas de las más duras e importantes, y encima las suspendí con unas notas bajas. Yo ingenuamente pensaba que Don Valeriano, quién había sido un muy buen profesional en la Fábrica de Alemparte, en Carril, al ser amigo de mi padre desde la infancia, así como también de un tío mío hasta que tuvo irse a vivir en el exilio, pensaba que podía echarme un cabo. Fueron mis primeros suspensos.
Me consta que algún profesor intercedió en favor de mi persona, pero fue inútil. El argumento dado por el Sr Mariño, fue que bajo ningún concepto podía aprobar a un alumno que se dedicaba a interrumpir el buen funcionamiento de las clases e incluso que en ocasiones me reía de él. Al llegar a mi conocimiento esto, mi sorpresa fue mayúscula, pero inmediatamente comprendí el porqué de su proceder.
Había un compañero de Ponteceso que era muy coñón, y rara era la vez que no hacía alguna cosa con la única finalidad de picar, provocar y poner aun de peor humor a Sr. Mariño. Lo hacía siempre, cuando este estaba sentado sin controlar la clase , tanto en las aulas, como en Los Talleres, como en el Salón de Actos donde a veces nos impartía clase. Yo era una persona, quién ante situaciones que me causaban muchísima gracia, no me era fácil reprimir la risa, ni disimular y se me notaba a mil leguas.
Un día, este compañero, de la comarca de Bergantiños y tierra natal de Eduardo Pondal (conocía a sus dos hermanas solteronas) volvió a hacer lo que era costumbre en él, y yo no pude evitar el sonreír; el Sr. Mariño captó mi expresión y esa fue la única conclusión a la cual pude llegar.
En la convocatoria de Septiembre me dio muy buenas notas y en el Curso siguiente, es decir en Séptimo, mi intuición me decía que su actitud hacia mi persona había cambiado como si estuviera buscando la ocasión para dirigirme unas palabras entrañables.
Una vez recién empezado el curso, estando yo haciendo una pieza en una fresadora, se acercó hacia mi persona y con una sonrisa limpia y sincera me hizo unas bromas. No había duda alguna. Estaba arrepentido por haberme suspendido en Julio el año anterior y no sabía como hacérmelo saber sin que fuese demasiado descarado.
Era mi último año en el Instituto Laboral, y mi cabeza ya estaba cavilando como de difícil sería tanto la Reválida como la Madurez Universitaria. Tanto en Tecnología como en Talleres obtuve muy buenas calificaciones.
Durante los primeros días me sentía tremendamente cabreado, y la interpretación que yo le daba, era que había sido ?mi primera derrota?. Pero como siempre ocurrió, ocurre y ocurrirá, después del Anochecer siempre viene el Alba.
Más tarde comprendí, que no había sido una derrota, sino tan sólo uno de los muchos obstáculos con los que me encontraría a lo largo de mi vida, y tenía que aprender como sortearlos.
No es tarea fácil, pero es muy sano y muy recomendable el intentar ponerse en el lugar del otro. El perdón es algo maravilloso cuando hay una voluntad sincera por ambas partes: tanto por parte del que perdona como por parte del que es perdonado.
Durante un tiempo, en el trabajo coincidí con un sobrino suyo de Poio- ya fallecido- cuyo padre era hermano de Sr Mariño y había sido Presidente del Pontevedra Club de Futbol, bajo cuyo mandato había conseguido sus mayores éxitos deportivos.
UNA DE LAS COSAS MÁS FÁCILES DEL MUNDO ES EQUIVOCARSE Y RECTIFICAR ES DE SABIOS.
DE BIEN NACIDOS ES SER AGRADECIDOS.
GRACIAS SR. MARIÑO.
Comentario por Manuel Martínez (09-10-2009 04:56)
El Dr.Celso Mariño Ferreira, fué efectivamente presidente del Pontevedra, C.F., pero anterior a la epoca gloriosa del equipo.Tambíen representó a España en varios campeonatos de atletismo.
El presidente de la epoca gloriosa, fue Miguél Otero Rodriguez(+).
Sí quieres contactár con Javier, puedes hacerlo en el CIF de Lourizán.Mete su nombre en google y tienes para entretenerte varias horas.Está calvo como una "bola de billar".
Un saludo.
Comentario por luis (09-10-2009 16:00)
Conociendo al Sr. Mariño y a Manolo me estoy imaginando las risas contagiosas e imparables de Manolo y la cara de cabreo del Sr. Mariño.
Me gusta el final del comentario de Manolo.
Como ya he escrito en otro comentario anterior y a pesar de reconocer que no era el mejor didacta del mundo, yo que lo conocí un poco mejor después de haber terminado en el Instituto guardo de él muchos más recuerdos buenos que malos.
Y esto para Luis: Dile a tu mujer (o mejor ya se lo diré yo mañana) que no estoy de acuerdo con que vas a peor y mucho menos ahora que estás recien reparado y con la garantía renovada.
Comentario por Paco Salgado (09-10-2009 21:23)
De los profesores del Instituto, tuve clases particulares con 2, que eran amigos de mi padre: D. miguel Losada, con sus "manías" de perfección con las definiciones y conceptos de Física, y D. Alberto Sovkowski, que me preparó en Matamáticas enseñándome en unos meses lo que no había aprendido en seis años, tal era su magnífica didáctica, además de muy ameno y simpático. Fue el mejor profesor que tuve en mi vida.
Y, por hablar en profesores,abordando sobre el asunto de las anécdotas en "Don Jesús en el Velosolex", allí sugería que se abriese una página para este tipo de comentarios sobre ex-alumnos y profesores.
Teniendo en cuenta la tradición de los juegos entre León XIII e Instituto Laboral, en esa nueva página conclamaríamos a todos los que tengan asuntos relativos a sus vivencias con profesores, para que fuesen reunidas allí, en un ESPACIO específico para los dos colégios.
Le paso la pelota a Antonio y Margarita para que lo piensen...
Desde Brasil un abrazo a todos los alumnos del Instituto Laboral.
Comentario por José Manuel Casalderrey (10-10-2009 18:34)
De D. Placido recuerdo que un buen día empezó a dar sus clases incorporando un sistema didáctico que nos dejó alucinados en aquella época.
Colocó sobre el encerado un paño de felpa de color verde y sobre él fue adhiriendo una serie de muñecos articulados de cartón cuyas extremidades eran movibles gracias a unos corchetes, aquella pantalla verde se iba completando con paredes, mesas, sillas y demás mobiliario que variaba según se tratara de un aula, tienda, habitación, dormitorio, etc.
Con su puntero señalaba cada cosa y preguntaba ?what is this?
Supongo que hoy en día con cañones proyectores, encerados inteligentes y tantas modernidades resultaría aquel método muy infantil pero mediados los sesenta representó una de las mayores innovaciones que recuerdo.
También recuerdo que un día al entrar en el aula se encontró que un listillo había escrito en el encerado una frase.
The teacher is a animal
No dio tiempo a borrarla antes de su entrada y el silencio era total mientras D. Placido la leía.
Se aproximó al encerado, cogió una tiza y rápidamente la rectificó:
The teacher is an animal.
Nos miró muy serio y soltó una de sus frases lapidarias.
Aparte de maleducado, también ignorante.
Comentario por M Ruiz (10-10-2009 19:27)
D. Antonio Barreiro Barreiro, a pesar de ya en aquella época era de salud muy delicada, era un fumador empedernido, sus ceniceros eran como marcaba la costumbre, las típicas conchas de vieira y siempre estaban repletos de colillas, tanto de los innumerables pitillos que fumaba como de los restos de un sucedáneo de tabaco que también utilizaba y de los que me ha quedado en el recuerdo el nombre de ?fuming?.
Por la tarde solía recibir periódicamente la visita de un practicante que venía a inyectarle su dosis de medicamento.
Por ello siempre disponía de alcohol y algodón en la clase.
Varias veces al día eliminaba las colillas mediante un método que todos sus alumnos recordarán.
Vertía algo de alcohol en la concha y le prendía fuego, pero antes y aquí estaba lo extraordinario, debajo de las cenizas y de las colillas ocultaba una pastilla de clorato potásico que también consumía en cantidades industriales para aclarar la garganta.
Continuaba con la clase pero evidentemente nuestra atención quedaba esclava de aquel cenicero en espera de los acontecimientos.
Cuando por fin la pastilla ?cumplía su función? nos quedábamos extasiados durante unos instantes y después continuábamos con la rutina.
Ya han pasado cincuenta años pero cada vez que veo una concha de vieira usada de cenicero, no puedo evitar acordarme de aquel gran hombre.
Comentario por M. Ruiz (11-10-2009 11:24)
El relato de Miguel Ruíz me ha transportado literalmente a los tres cursos en que fui alumno de D. Antonio Barreiro en la Graduada (1962-1963 enfrente de la iglesia parroquial) y entre 1963 y 1965 en el lateral de Ravella donde hoy hay una peletería. Fue un gran maestro y excelente persona. Recuerdo que por las tardes leíamos, por grupos, dos libros "Corazón" y "España mi patria". A veces se quedaba dormido. Lo de la leche que cuenta Juan Carlos Porto era infumable. Fue la herencia del Plan Marshall que se generalizó en las escuelas del municipoio desde 1954 durando hasta 1970 (Ley Villar Palasí)
Comentario por javier bouzada (11-10-2009 13:29)
Únicamente apuntar una pequeña rectificación al comentario 56, de M. Ruíz.
El gran maestro -prefiero esta denominación a la de profesor- y excelente persona, como dice Javier Bouzada, de la 'Escuela Graduada núm. 1', del que yo fui alumno -tanto en primera enseñanza, como en clases particulares cuando estuve en el 'Instituto Laboral'-, se llamaba, realmente: D. Antonio Barreiro Beloy.
Comentario por Roberto Núñez Porto (11-10-2009 21:39)
Teniendo yo nueve años, una tarde mi madre me dijo que fuese a la tintorería Galicia del Ramal, justo en la esquina en frente de la escuela donde yo estudiaba, teniendo como profesor a Don Juan, tan estricto como buen profesor.
A escondidas cogí la bicicleta de mi padre y hacia allí me dirigí todo contento, por el simple hecho de ir en este medio de transporte- ya me consideraba todo un hombre- pero no sin cierto esfuerzo porqué aún yendo de pie, apenas alcanzaba los pedales. Al llegar aparqué la bicicleta enfrente de la casa del Doctor Don Jaime Montes, y me fui a recoger la chaqueta. Saliendo de la tintorería, observé como junto a mi bicicleta había dos muchachos como si estuviesen esperando por mí. Ambos eran muy conocidos y mayores que yo, de trece y quince años. Uno vivía en El Castro y el otro en la C/ Méndez Nuñez, y como ya era conocedor de su fama de ?gamberrillos? me temía que querían abusar de mí persona. Con todo, crucé la carretera para coger mi bicicleta y mis sospechas no fueron infundadas. No me había equivocado
Intentaron amedrentarme diciéndome que abriese la boca o que por el contrario me pegarían una paliza. Mi opción estuvo bien clara desde el primer momento. Prefería que me diesen una paliza antes que permitir que hiciesen lo que yo sospechaba. Me lo dijeron de forma reiterada y, al no lograr conseguir su objetivo, en vez de vapulearme uno de ellos decidió echarme un asqueroso ESCUPITAJO EN UN OJO. Me sentí como si una serpiente me hubiese escupido veneno. Se marcharon riendo, y tal vez llenos de orgullo como si hubiesen realizado una gran hazaña.
Sin decir palabra, hice uso de las mangas de mi jersey para limpiar mi ojo en tan lamentables condiciones tanto higiénicas como estéticas. En aquel momento! CUÁNTO ECHÉ DE MENOS A NANDÍN RODIÑO MI PRIMO DE ZUMOSOL! Monté en mi bicicleta sintiéndome lleno de rabia e impotencia.
Este tipo de bromas, gamberradas o llámesele como se les llame, no se producían todos los días, pero tampoco eran la excepción. El comparar este tipo de actos u otros similares, con aquellos que cometen hoy en día algunos de nuestros jóvenes es peccata minuta. En mi opinión no debiéramos de censurarlos como solemos hacer. Mucho más culpables somos nosotros los mayores, y muy en particular nuestras tan pobres clases dirigentes. En mi humilde opinión, una vez que la barriga está llena, esencialmente todo se reduce a UN PROBLEMA DE TIPO EDUCACIONAL y no me refiero solamente al hecho de ir a la escuela. Nunca tantas facilidades hubo como hoy en día, y sin embargo nunca tanto fracaso escolar hubo.
En los países donde existe una mayor urbanidad (Aprovecho esta oportunidad para darle un abrazo a mi buen amigo Fabián ?Urbano ¡QUE JUAPIÑO ESTÁS NAL-JUNHA FOTO QUE COLGA A TÚA IRMÁ ) las personas, en general acostumbran a cumplir unas normas y aquí cada vez sucede todo lo contrario por muchas leyes que se hagan. Primeramente cumplamos las que tenemos. Así estas sociedades están mejor organizadas y las personas tienen unas actitudes diferentes, funcionando por regla general mejor.
Al poco tiempo ya me encontraba dentro del enorme edificio de la antigua Falange- prácticamente pegado al Instituto- no sin antes haber hecho lo que era preceptivo, y ya venía haciendo desde una edad escandalosamente temprana, desde los seis o siete años.
Para acceder a dicho edificio, que constaba de tres grandes naves, después de subir unos pocos escalones, uno ya se encontraba con la puerta principal de entrada, la cual no era muy grande -si uno la comparaba con el tamaño del edificio- de color verde y con dos hojas de cristal opaco y con algo de relieve. Una vez dentro y justo enfrente, tal vez un metro hacia la derecha había una puerta también de color verde que daba acceso a una especie de pequeño despacho.
Justo al entrar y frente a la pared, la cual no distaba más de unos tres o cuatro metros de la entrada, me cuadraba marcialmente y alzaba la mano derecha como un autómata - si hubiese levantado el puño dicho hábito habría tenido exactamente el mismo significado y gravedad. ¡QUÉ FACHILLA YA ERA EN AQUEL ENTONCES!
Estando dentro, casi siempre estaba jugando con mi vecino, amigo y persona de un gran corazón: Nandín, conocido más tarde como Chenano y tristemente fallecido. Jugábamos a cualquier cosa pero aquí dentro, normalmente cuando había gente jugábamos a las damas.
¡CUÁNTAS VECES NANDIN Y YO NOS TENEMOS COLADO EN EL EDIFICIO ESTANDO CERRADO! Lo hacíamos alcanzado- aun no se como lo lográbamos- la balconada central de piedra, donde se izaban la banderas y luego nos introducíamos en el interior del edificio. Una vez dentro nos íbamos hacia la nave de la derecha y nos poníamos a curiosear en una especie de estanterías o armarios donde nos encontrábamos con banderas, cascos, banderines con sus escudos, prendas de uniforme falangistas e incluso recuerdo que jugamos con un fusil ¡QUÉ SABÍAMOS NOSOTROS LO QUE TODO AQUELLO SIGNIFICABA!
Entre la nave central y la de la derecha, había como un pequeño mostrador, que hacía las funciones de un minúsculo bar, donde si mal no recuerdo el Sr Emilio tenía alguna cosilla para hacer su dinerillo vendiendo bocadillos. Había unas latas grandes y redondas de mejillones y sardinas. Nandín y yo nos tenemos comido más de una sardinilla!CUÁNTO NOS TENEMOS REÍDO, ESCUCHANDO NUESTRAS VENTOSIDADES BUCALES!
¿Qué diferencia existía entre mi comportamiento y el de aquellos que intentaron pasarse siete pueblos conmigo? Yo no soy la persona más idónea para opinar de mi mismo, pero muy posiblemente en el fondo no había ninguna diferencia.
Yo era el niño más pequeño de todos aquellos que se reunían en aquellas tres grandes naves, y en mi opinión no es muy descabellado el pensar que muy posiblemente fuese de los primeros niños villagarcianos que tuvieron ?la gran fortuna de mamar y aprender los valores democráticos, que ya imperaban por aquella época allende nuestras fronteras particularmente en los países centroeuropeos y escandinavos?.
Yo vivía justo enfrente de los campos llamados ?DE ARRIBA Y DE ABAJO?, actualmente los Jardines del Doctor Fleming. Teníamos tres buenas ventanas y una muy grande y bonita terraza, desde las cuales, incluso sin salir de casa, uno estaba muy familiarizado con todo lo que sucedía por esa zona: vida estudiantil del Instituto Laboral, actividades típicas de la
Comentario por Manuel Martínez (17-10-2009 02:47)
falange, actividades deportivas de todo tipo, particularmente de futbol, baloncesto y balonmano, y como no, con los diferentes juegos con los que nos entreteníamos todos los niños. Juego de la bombilla, la denada( ¿Pandar?, el escondite, la banderita o pañuelo, el aro, la billarda, el huevo, pico o araña, el trompo, las bolas( canicas), el peletre con las niñas, disfrutar con nuestros tutelos y tiratacos o tirachinas, a los indios en el monte de Marxión???
El nuevo edificio de la O.J.E, para muchos muchachos fue un gran acontecimiento. Me acuerdo perfectamente de los días previos a su inauguración, y muy en particular la noche anterior a su inauguración, donde se trabajaba a toda prisa. En aquella época yo tenía 11 años y casi juraría que la inauguración del nuevo y moderno edificio había coincidido con la final de la Copa Davis que España estaba jugando en Australia. Si no fue justo en el día de la inauguración fue por esa época. De la autoridades que vinieron a inaugurar dicha obra sólo me acuerdo del Sr. Queizán a quién veo de vez en cuando y se conserva extraordinariamente bien. ¡Ojalá que lo siga haciendo durante mucho tiempo!
Si se hubiese dedicado al mundo del séptimo arte, quién sabe si su carrera no hubiese sido exitosa. No es la primera vez que tengo oído decir a compañeras mías, que parecía talmente un galán de cine, y que incluso les gustaba más que Clark Gable, con la ventaja de que el Sr Queizán no padecía de halitosis.
Yo estaba todo el día en la O.J.E. sobre todo para jugar a baloncesto donde hice muchas amistades y tan gratos recuerdos conservo, y al ping- pong actividad a la cual dedicaba muchísimas horas. También jugaba al ajedrez, a las damas, escuché por primera vez L. P s de los Beatles, que había traído Miguel Ruíz, el hijo del Práctico, sentado junto con otros muchachos en unos sillones en la primera planta. El mobiliario era totalmente nuevo.
En el mismo lugar donde hasta hace muy poco tiempo estaba la Comisaría de Policía, en el año 1972 se estrenó un pabellón nuevo y de parque. Estando uno acostumbrado a hacer malabarismos botando el balón encima de las piedras, esto constituía todo un lujo y estábamos todos muy contentos. A pesar del hecho de no había canastas reglamentarias, ni estaba pintado el recinto de juego, ni tampoco había ni una sola grada, teníamos lo más importante: ILUSIÓN Y CONFIANZA. Estábamos todos entusiasmados y tan sólo faltaban los complementos.
Hubo que marcar el campo, y por allí andaba Joaquín Briones como buen árbitro de baloncesto que era. Las canastas se fueron a buscar al pabellón de Pontevedra. Yo fui a buscar las canastas en dos viajes junto con el chofer de un pequeño camión. En una de las ocasiones también fue Juan Santos.
Se estrenó para jugar un campeonato intersectorial de baloncesto del noroeste de España y los componentes del equipo eran: Manolo Cores ? Skipy?, Alfonso Corujo? Faneco?, Javier Trillo ?Popy?, Paco Díaz, José Manuel Suarez ?Pitís?, Jorge Alonso?, Vicente López ?Farolo?, Manolo Martínez ?Pichurro?, Nacho García ?Chopo?, Manolo Jimenez ?Colón?, y Roberto Rietz ?Richi? tristemente fallecido De entrenador estaba Juan Santos ?Chato?, UN EXTRAORDINARIO JUGADOR Y ENTRENADOR , quién había tenido la inmensa fortuna de haber recogido los frutos de la EXTRAORDINARIA LABOR que había realizado Vicente Novo con todos nosotros desde muy pequeños.
Dicho evento baloncestístico en aquella época fue todo un éxito ,y una parte considerable de nuestra pequeña ciudad se volcó con nosotros. Me acuerdo de todo lo que sucedió en ese campeonato, antes, durante y después. Todos éramos importantes desde el primero al último, pero era obvio que quiénes marcaban las diferencias en el equipo eran Paco Díaz y Alfonso Corujo.
En la final contra El Inmaculada de Gijón, algunos de nosotros no estábamos en unas condiciones mínimamente aceptables para jugar con ciertas garantías. Es absolutamente cierto que Manolo Jiménez ?Colón? estaba lesionado, pero es un hecho irrefutable que si alguien estaba realmente lesionado y de más gravedad esa persona era Alfonso Corujo. Los otros nos podíamos apañar. Todos éramos importantes desde el primero hasta el último, pero era evidente que quienes marcaban la diferencia en el equipo eran Paco Díaz y Alfonso Corujo.
Fonso tenía una rodilla muy dañada para poder recuperarse en tan sólo veinticuatro horas. Yo fui junto con él al médico, y este se equivocó al decirle que pusiese calor en la rodilla, cuando tenía que haberle dicho todo lo contrario. Su madre estuvo toda la noche con la ayuda de una plancha poniéndole calor en la rodilla, pero la inflamación de la rodilla no bajaba, por el contrario, cada vez se cada vez se inflamaba más. Jugó con muchísimas limitaciones y con una rodillera acolchada de color rojo que le había prestado alguien relacionado con el mundo del balonmano.
No se me interprete mal. Guardo un extraordinario recuerdo de todos los componentes de aquel irrepetible equipo, y propongo porque sería muy bonito que nos reuniésemos para vernos de nuevo.
Se hizo un libro sobre la historia del baloncesto en Vilagarcía y lo que realmente me sorprendió fue que ni tan siquiera ni una sola persona de aquellas que hacían los comentarios, hiciese ningún tipo de mención de Vicente Novo, lo cual en mi opinión carece de toda lógica y es sumamente extraño porque no se puede entender una parte de la historia del baloncesto en Vilagarcía sin él.
Es inconcebible que se haya omitido la extraordinaria labor formativa que realizó. En parte gracias a él, aprendimos a saber ganar y también a saber perder. El meter un balón por un aro no tiene importancia ni trascendencia alguna, sin embargo la influencia que ejerció en la formación de muchísimos jóvenes vilagarcianos fue algo muy positivo, y de bien nacidos es ser agradecidos.
En la primera quincena del mes de agosto de 1969 en el Campo de Abajo hubo una gran acampada de chicos vestidos con camisas azules, boinas rojas y pantalones grises. Procedían de Bilbao, lo cual para mi no tenía ni la más mínima relevancia. En las horas de las comidas se observaba que había más movimiento y actividad, pudiéndose ver los fogones con ollas, tarteras y sartenes de gran tamaño.
Este suceso coincidió con la primera visita a España, después de nuestro triste enfrentamiento, de un hermano de mi padre desde el exilio junto con su familia, quien al igual que otros muchos, debido a las circunstancias históricas se vieron obligados a dejar su ?terruño?. Yo me fijaba como y cuando, mi tío observaba lo que sucedía allí mismo debajo de nuestras ventanas y terraza. Al igual que todos nosotros era un espectador privilegiado.
Comentario por Manuel Martínez (17-10-2009 02:50
Estando yo presente nunca le oí hacer ningún tipo de comentario en el cual hubiese algún atisbo de rencor o de carácter peyorativo.
Me quedaron grabadas para siempre en mi mente, unas palabras que me dijo al cabo de unos días. Me dijo: ?MANOLO YO LUCHÉ CONTRA ESTA GENTE, PERO NO LE GUARDO NINGÚN TIPO DE RENCOR?
Estaba en el destructor Libertad, que junto con otro barco, había hundido al crucero Baleares, hermano de Él Canarias. Un primo hermano suyo, quién estaba entre los miembros de la tripulación del Baleares y que el destructor Libertad había hundido junto, creo recordar, con el Jaime I pero no estoy totalmente seguro. Se decía que tanta era la heroicidad de toda la tripulación del crucero Baleares, que mientras este se estaba hundiendo, todos, absolutamente todos los miembros de la tripulación estaban en la popa del barco cantando el Cara al Sol. Yo en aquel momento me acordé que se nos enseñaba ese tipo de cosas en La Enciclopedia Álvarez y este? relato histórico? tan objetivo aparecía reflejado en sección al final del libro. Nuestro primo se rió a carcajada limpia junto con mi padre y con mi tío, y yo de oyente escuchando cantidad de cosas de las cuales es mejor ?no menealas?. Yo estaba al quite de todo y de oyente por libre. Nuestro primo quién tenía rasgos de escocés o irlandés afirmó con rotundidad que cada miembro de la tripulación aplicó lo que es lo más normal, sensato y humano en estos caso :? sálvese quién pueda?.
Mas tarde me enteré de que mi tío tenía sobre sus espaldas un gran cúmulo de experiencias vividas. Antes de Nuestra Contienda fue testigo en Barcelona de todo el periodo revolucionario, era un atleta y era un muy buen boxeador aficionado. Allí en Barcelona le propusieron enfrentarse con el mejor boxeador español de la época: Ignacio Ara y campeón de Europa. El se negó porque tan sólo era un boxeador aficionado y no quería correr ningún riego innecesario. Estuvo en un campo de trabajos forzados, en el norte de África viendo como la inmensa mayoría de sus compatriotas se morían de paludismo. El afortunadamente resistió este importantísimo asalto -tal vez debido a que siempre había sido un atleta- participó en la Segunda Guerra Mundial con el Ejército Británico y finalmente se estableció en El Reino Unido.
No tengo duda alguna de que Nito Cambre tuvo que escuchar esto en más de una ocasión en casa de sus padres. Se acordará de un día de la primera quincena de agosto del año 1969, cuando fuimos todos los primos a la casa de su tía subiendo aquella cuesta tan empinada, y donde muy cerca había una panorámica espectacular. El había sacado una carpeta a rebosar de recortes de la prensa Lusa, donde todo eran alabanzas de su destreza futbolística. Le llamaban el Torero Español. Tanto yo como Rick y Pencho, nos sentíamos orgullosos al escuchar lo que iba diciéndonos sobre dichos recortes. A ellos les gustó un montón al escucharle decir que había jugado contra el Glasgow Rangers en una competición continental.
Rick, el mayor no lo hacía mal. Jugaba con la Selección Universitaria de Futbol del Gran Londres, y cuando era muy jovencito había ido a probar por el Tottenham Hotspur . No tuvo éxito en esta prueba pero si la tuvo en el campo profesional. Tanto él como Pencho tienen buenas profesiones.
Comentario por Manuel Martínez (17-10-2009 03:00)
Manolo he recibido encantado tus correos.Todo lo que dices de tus tios,Fernando y Enrique Martinez Cambre, primos carnales de mi padre Juanito,es verídico.Mi padre me tiene hablado mucho de sus queridos primos y además un buen amigo de Enrique,Vicente Berride Teijeiro+ que también en sus años mozos era un gran aficionado al boxeo me tiene comentado el buen atleta que era Enrique.Referente a la "guerra civil"!que desastre!primos queridísimos peleándose en distintos bandos y pensar que esto sucedió en muchisímas familias en dónde se pelearon hermanos con distintos ideales!mierda y asquerosa guerra que fastidió la juventud durante años de muchos españoles!por esta razón ojalá que vivamos en democracia el resto de nuestros días y que los políticos se arreglen para dejar a nuestros descendientes una herencia de paz y buen vivir, que creo es lo que deseamos todos.Manolo un saludo de tu pariente Nito.
Comentario por Nito Cambre (18-10-2009 13:00)
Me voy a referir al comentario 72 de Manuel Martínez. Tiene toda la razón en lo acontecido en aquel partido contra los de Gijón. Incluso receurdo un puñetazo que le dieron al entrenador del Bosco de La Coruña por reirse de nosotros. Pocas veces lloré tanto en un partido. No se podía más. Mi padre me decía que eran cosas del deporte, pero yo no lo entendía, aunque sí todo el mundo estaba lisiado. Al final hubo un pequeño atisbo de victoria, pero no pudo ser. Recuerdo a todos ellos; yo formé parte de ese equipo hasta que marché a estudiar Magisterio y lo fui dejando. Eran muchos entrenamientos juntos en los aledaños del Instituto. Antes de Chato, era Vicente Novo el alma mater. No me explico como en la historia del baloncesto de Vilagarcía no ocupa un lugar especial. No hay que olvidar que nos levantábamos a las siete de la mañana para entrenar delante del instituto antes de ir a clase, luego un vaso de leche, un plátano con unas galletas y a clase. Mucho tiempo con partidos sábado y domingo. Muchos momentos de gloria y sobre todo de amistad y de risas; habría para escribir un libro. Vicente era ante todo persona y amigo, pero es imperdonable que se olviden de él. Habrá que reescribir la historia.
Por cierto, el Manuel Martínez que firma la nota no será el jugador del equipo. Si así fuera, un abrazo.
Comentario por Severino Cardeñoso Alvarez (20-10-2009 18:18)
Me cuesta "encontrarme a mi mismo"; pero, efectivamente; antes de leer los comentarios me parecía ser el 3º de la primera fila por la derecha.
¡Que buenos sois!
Yo apenas identifico a nadie, ni recuerdo sus nombres. Si a Richard, a Carrasco, a Durán, a Torrado "el rubio" y poco más.
El el centro con la mano en el suelo, Victoriano González Torres de Cambados, que estudió conmigo en Vigo.
Comentario por Luis A. González Monedero (20-03-2010 12:18)
Saludos para todos los antigüos Alumnos, cuando ingres hera la cuarta promoción con Monedero 2º el mayor estaba ya en cuarto Maneiro,Tomé,Goldar, Laiño,Isidro Viñas Arenaz y otros muchos mas.
Hubo un comentario sobre el Sr. Mariño hobre muy serio y adusto pero un gran profesor, con este Sr. me encotre en la calle Montera en Madrid y mi gran sorpresa fué al saludarle pues el buen señor me reconocio como antiguo alumno suyo. No he visto en nigun comentario se recordara a D. Jose Ares profesor de matematica a los cursos superiores y secretario del Claustro de Propefores. Son muchos los recuerdo de aquellos dias, recuerdo los principios del baloncesto como dice Porto muy duros.Yo abandone el Instituto para irme a la Armada, posteriormente vinieron mas entre ellos Polo, Ramiro Tome, Paz
Comentario por Fernando Alvarez Dominguez (08-10-2010 21:13)
Hablando del Sr. Mariño, me acaba de venir a la memoria otra anécdota que ilustra muy claramente se caracter.
Aquel día, Victoriano (González Torres) llegó a clase sin afeitar.
A esa edad, sería barba de 3 días o más.
Cuando le vio el Sr. Mariño le espetó a la manera habitual en él:
"Como vengas mañana sin afeitar, te meto en la fragua y te afeito con el soplete".
Ni que decir tiene, que al día siguiente Victor llegó perfectamente afeitado. Jajajajajaja
Comentario por Luis A. González Monedero (22-01-2014 12:10)
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