Juan Álvarez y Maruja en la Romería de San Campio de Lonxe

Esta instantánea en concreto, podemos ver a Juan Álvarez padre y a su señora Maruja, en una excursión realizada hasta la Romería Popular de San Campio de Lonxe, en Tomiño.
Cuando se prohibió que las señoras fuesen sentadas de lado en el asiento trasero (lo cual fue todo un revuelo entre los scooteristas de la época... ¡Cómo se iban a sentar ellas a horcajadas! ¡Qué sería de sus faldas concienzudamente planchadas!). Juan recuerda que volviendo para casa les paró la Guardia Civil incumpliendo la polémica norma. Todo parecía indicar que el agente de la Benemérita les sancionaría. Tras la preceptiva reprimenda, llegó el turno de alegaciones. A él se le ocurrió pedir un poco de consideración indicando que su señora estaba en estado de buena esperanza. Al no estar obligados (ni antes ni ahora) a realizar un test de embarazo que les hubiese delatado, esa tarde se libraron de la correspondiente sanción.
Campio fue un soldado romano que por profesar su fe en Cristo fue torturado hasta la muerte allá por el año 306, en tiempos de los Emperadores Diocleciano y Maximiliano. Y aunque sus restos mortales fueron enterrados en el Cementerio de San Calixto de Roma, una de sus reliquias llegó hasta Tomiño donde ahora se le rinde culto e invoca para sanar todo tipo de enfermedades (principalmente reumáticas, nerviosas y mentales)... incluso para “quitar o meigallo“.

Mi abuelo tenía una igual