A nosa lembranza a Manuela
Esta nai pasounas moradas, Manuela Rodriguez Pou, o seu home tuvo que fuxir no 36, e nunca mais poido voltar, Manuela cun feixe de fillos sobreviveu como pudo, loitando no seu dia a dia contra unha realidade que foi moi dura pra ela e os seus fillos
Al recuerdo que O faiado le hace a Manuela quiero añadir el de mi esposa y el mío propios.
Empezaré diciendo que la angelical Manuela se llamaba Manuela Pou Rodríguez.
Tuvimos el privilegio de ser sus vecinos durante algunos años en el nº 7 de la Plaza del Corazón de María, hoy de la Constitución donde ella vivía en compañía de su hijo José, su nuera Carmen y su nieta María de Carmen.
En la Corte Celestial, seguro, a la llegada de Manuela, han tenido que reubicarse para cederle un sitio preferente que ella con todo merecimiento se ganó aquí en la tierra, una persona inolvidable la recordamos siempre como un referente a seguir, ni hija Mª José al mismo tiempo que aprendió a hablar aprendió en compañía de Manuela el Ave María que ella escuchaba en una emisora de radio que la rezaba a las doce de la mañana, una persona cariñosa amable y atenta con todos nosotros y con un corazón inmensamente generoso y grande.
Próxima la Navidad a Manuela le vinieron en un paquete de detergente las figuritas del portal de Belén y se las regaló a mi hija, esto fue el pretexto para que montásemos nuestro primer Belén. En Casa Troche compramos el portal unas casitas, un molino de viento y un pozo de corcho, así como también unas figuritas de barro, un papel azul al que rociamos con estrellitas de papel aluminio sirvió de cielo, nos faltaba el musgo que fuimos a buscar en compañía de Manuela y en una tarde soleada en las estribaciones de Xiabre subiendo por San José y provistos de una cestita recogimos musgo en abundancia hicimos una excursión inolvidable, pues durante ella fuimos cantando villancicos que Manuela nos enseñó, algunos de ellos en gallego y que todavía recordamos con verdadero placer, para el rio los recortes de espejo que me regaló Manuel Lameiro, quedó de perlas, pequeñito pero como era nuestro el más bonito del mundo. Como esta podría contar innumerables vivencias maravillosas que de Manuela tenemos y que son imborrables.
Después de tantos años el Belén ha sufrido diversas transformaciones pero conservamos intactas las figuritas del Portal que en memoria de Manuela guardamos entre algodones.
En la foto reconozco a Manuela con traje negro ¡que guapa! a su hijo José y a su hija Rosita, a los demás no he tenido la oportunidad de conocerlos.
Comentario por Eugenio López de Silanes López (04-12-2009 10:00)
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O Faiado da Memoria · 27/08/2019 12:43
Miña Familia Materna, de todos eles, so miña nai Rosa queda entre nos, as heroinas da vida como a miña aboa Manuela, tiñan que ter o mismo reconocemento que os homes revolucionarios que loitaron pola democracia e a libertad, xa que foron as que se quedaron loitando dia a dia cos fascistas que lle facian a vida imposible, poñendolle a casa patas parriba, buscando a emu abo durante dous anos seguidos,sin tregua ningunna,e marginados como apestados pasando todas as necesidades do mundo, hata o punto de ter que deixar seu pobo, pra poder vivir e sacar a seus fillos adiante.
Higinio Fernandez
A nosa lembranza a Manuela
Esta nai pasounas moradas, Manuela Rodriguez Pou, o seu home tuvo que fuxir no 36, e nunca mais poido voltar, Manuela cun feixe de fillos sobreviveu como pudo, loitando no seu dia a dia contra unha realidade que foi moi dura pra ela e os seus fillos
Al recuerdo que O faiado le hace a Manuela quiero añadir el de mi esposa y el mío propios.
Empezaré diciendo que la angelical Manuela se llamaba Manuela Pou Rodríguez.
Tuvimos el privilegio de ser sus vecinos durante algunos años en el nº 7 de la Plaza del Corazón de María, hoy de la Constitución donde ella vivía en compañía de su hijo José, su nuera Carmen y su nieta María de Carmen.
En la Corte Celestial, seguro, a la llegada de Manuela, han tenido que reubicarse para cederle un sitio preferente que ella con todo merecimiento se ganó aquí en la tierra, una persona inolvidable la recordamos siempre como un referente a seguir, ni hija Mª José al mismo tiempo que aprendió a hablar aprendió en compañía de Manuela el Ave María que ella escuchaba en una emisora de radio que la rezaba a las doce de la mañana, una persona cariñosa amable y atenta con todos nosotros y con un corazón inmensamente generoso y grande.
Próxima la Navidad a Manuela le vinieron en un paquete de detergente las figuritas del portal de Belén y se las regaló a mi hija, esto fue el pretexto para que montásemos nuestro primer Belén. En Casa Troche compramos el portal unas casitas, un molino de viento y un pozo de corcho, así como también unas figuritas de barro, un papel azul al que rociamos con estrellitas de papel aluminio sirvió de cielo, nos faltaba el musgo que fuimos a buscar en compañía de Manuela y en una tarde soleada en las estribaciones de Xiabre subiendo por San José y provistos de una cestita recogimos musgo en abundancia hicimos una excursión inolvidable, pues durante ella fuimos cantando villancicos que Manuela nos enseñó, algunos de ellos en gallego y que todavía recordamos con verdadero placer, para el rio los recortes de espejo que me regaló Manuel Lameiro, quedó de perlas, pequeñito pero como era nuestro el más bonito del mundo. Como esta podría contar innumerables vivencias maravillosas que de Manuela tenemos y que son imborrables.
Después de tantos años el Belén ha sufrido diversas transformaciones pero conservamos intactas las figuritas del Portal que en memoria de Manuela guardamos entre algodones.
En la foto reconozco a Manuela con traje negro ¡que guapa! a su hijo José y a su hija Rosita, a los demás no he tenido la oportunidad de conocerlos.
Comentario por Eugenio López de Silanes López (04-12-2009 10:00)
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O Faiado da Memoria · 27/08/2019 12:43
Miña Familia Materna, de todos eles, so miña nai Rosa queda entre nos, as heroinas da vida como a miña aboa Manuela, tiñan que ter o mismo reconocemento que os homes revolucionarios que loitaron pola democracia e a libertad, xa que foron as que se quedaron loitando dia a dia cos fascistas que lle facian a vida imposible, poñendolle a casa patas parriba, buscando a emu abo durante dous anos seguidos,sin tregua ningunna,e marginados como apestados pasando todas as necesidades do mundo, hata o punto de ter que deixar seu pobo, pra poder vivir e sacar a seus fillos adiante.
Higinio Fernandez