Predicando la palabra del Señor en A Lama a lomos de una Vespa

El Padre Miguel Martínez Sobreira (primero empezando por la izquierda, con casco, subido a su primera Vespa) en la Parroquia de Seixido, A Lama, Pontevedra, posando con otros compañeros. Debido al estado de los caminos de la época, el Padre Miguel a la hora de atender a sus diferentes parroquias en la zona de A Lama, en un principio se desplazaba subido a los lomos de un caballo que le prestaba un vecino de la zona. Pero no siempre el caballo estaba disponible para predicar la palabra del Señor, ya que sus dueños necesitaban al animal tanto para sus propios desplazamientos, como para algunas labores en el campo. Debido a estos inconvenientes, el Padre Miguel se aventuró a comprar una Vespa. El mal estado de estos caminos empedrados, nos cuenta su hermano Manuel, lo llevaron a tener siempre a mano una caja de parches con las que solventar los innumerables pinchazos que sufrían estas máquinas. En ocasiones, la lluvia o la nieve desaconsejaba usar su scooter. Entonces, ocasionalmente (sobre todo si daba la misa el sólo), no le quedaba más remedio que desplazarse andando o en un caso de extrema necesidad, recurrir al único taxi que había en A Lama. Si eran varios los curas que acudían a oficiar la misa, el funeral o entierro... entonces no había dudas. Hacían un bote común para hacer frente entre todos a la bajada de bandera.

Mi abuelo tenía una igual