ORPA INICIA HOSTILIDADES
El 18 septiembre de 1979, una columna de insurgentes mal pertrechados, comandados por un capitán guerrillero, se desplazó desde las estribaciones boscosas del volcán Lacandón, hacia los cafetales en la zona del Chuvá. Con uniformes verde olivo nuevos, ocuparon Mujulía, finca cafetalera en el municipio de Colomba, sobre la carretera que comunica la boca costa con la tierra fría de Quetzaltenango. Transmitieron un mensaje rebelde en mam y castellano, que proclamó la salida a luz pública de la Organización del Pueblo en Armas (ORPA).
Ocho años y algunos meses atrás, en las riberas del río Pajapa, un puñado de revolucionarios había tomado la decisión de construir, una alternativa de lucha que arrebatara el poder a las élites explotadoras. Durante ese lapso de tiempo, desde su base de operaciones en el volcán Tajumulco, tras un trabajo paciente y secreto, lograron crear una estructura político militar, que años más tarde se convirtió en una fuerza guerrillera con presencia en varios departamentos.
“El pueblo se vio obligado a recurrir a la guerra, al cerrársele todos los espacios de expresión política y al negársele sus derecho a organizarse, a luchar por sus legítimos intereses… (ORPA, Principios y Objetivos). Foto: combatientes de ORPA en el volcán Lacandón (Quetzaltenango).
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El 18 septiembre de 1979, una columna de insurgentes mal pertrechados, comandados por un capitán guerrillero, se desplazó desde las estribaciones boscosas del volcán Lacandón, hacia los cafetales en la zona del Chuvá. Con uniformes verde olivo nuevos, ocuparon Mujulía, finca cafetalera en el municipio de Colomba, sobre la carretera que comunica la boca costa con la tierra fría de Quetzaltenango. Transmitieron un mensaje rebelde en mam y castellano, que proclamó la salida a luz pública de la Organización del Pueblo en Armas (ORPA).
Ocho años y algunos meses atrás, en las riberas del río Pajapa, un puñado de revolucionarios había tomado la decisión de construir, una alternativa de lucha que arrebatara el poder a las élites explotadoras. Durante ese lapso de tiempo, desde su base de operaciones en el volcán Tajumulco, tras un trabajo paciente y secreto, lograron crear una estructura político militar, que años más tarde se convirtió en una fuerza guerrillera con presencia en varios departamentos.
“El pueblo se vio obligado a recurrir a la guerra, al cerrársele todos los espacios de expresión política y al negársele sus derecho a organizarse, a luchar por sus legítimos intereses… (ORPA, Principios y Objetivos). Foto: combatientes de ORPA en el volcán Lacandón (Quetzaltenango).
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