Ya que estamos... ¿Y si nos hacemos un selfie?

A pesar de su eclosión de popularidad, gracias Ellen Degeneres en la pasada edición de los Oscar y el egocentrismo que rezuman las redes sociales, el "selfie" en sí está lejos de ser un fenómeno estrictamente actual. A grandes rasgos podría definirse como esa fotografía tomada de uno mismo (por lo general con un teléfono móvil o webcam) con la intención de ser rápidamente subida a una red social. Pero el autorretrato fotográfico, que es en definitiva de lo que estamos hablando, ha sido desde siempre una técnica muy recurrida por los fotógrafos.



Lo que ya es más complicado, es documentar el primer “selfie” de la historia. Aunque cada día aparecen nuevos candidatos, hay quienes se lo atribuyen a esta fotografía tomada en diciembre de 1920 en la terraza del estudio fotográfico Marceau de NY, con cinco empleados de la compañía Byron. Otros a este autorretrato del químico y aficionado a la fotografía, Robert Cornelius de 1839 en Philadelphia.



Los que también adoptaron el “selfie” como seña de identidad, fueron los mods británicos… si, pero sin necesidad de cámaras ni revelados. De un modo más práctico. Valiéndose solo de sus espejos. Que este movimiento apostase por las vespas y las lambrettas como medio de transporte, fue por una razón básicamente práctica. Primero porque el transporte público dejaba de circular demasiado temprano (comparado con los prolongados efectos de sus anfetaminas) y además, porque los scooters eran mucho más baratos que los coches. Después de que las autoridades británicas exigiesen al menos, un espejo retrovisor en cada motocicleta, los mods tunearon sus vehículos con decenas de espejos como una forma de burla hacia los legisladores. Subidos a sus monturas, el concepto selfie fue elevado a su máxima expresión... rodante y sin cámaras.


Sus compatriotas británicos Paul y Ringo, también se subieron sin saberlo a esto del selfie, haciéndose varias instantáneas delante de los espejos de sus habitaciones durante las giras que los llevaban de concierto en concierto por el mundo adelante.



Con algo más de rigor histórico, indicar que el autorretrato de autor ha llegado hasta nuestros días de la mano de fotógrafos como los maestros estadounidenses Lee Friedlander (y sus inconfundibles sombras), o la recientemente fallecida Vivian Maier (normalmente reflejada en espejos y vidrieras o agazapada en escaparates), por citar tan solo dos ejemplos. Pero si alguien se ha quedado con ganas de más, que bucee en la obra de Imogen Cunningham o Nan Goldin... y encontrará más "self portraits" de autor.


Fotografía sacada de la web vivianmaier.com

Aquí en España el rey del mambo es, sin lugar a dudas, el inconfundible García Alix con fotografías como esta, titulada "mi lado femenino".

Foto de la web del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Valiéndose del socorrido photoshop, el diario Cape Times, bajo el eslogan “No puedes estar más cerca de las noticias” convirtió recientemente en selfies varias fotografías históricas. Entre ellas la de la icónica Jacqueline Onassis o la tomada por Alfred Eisenstaedt al marinero Glenn McDuffie en el momento que besaba a una enfermera en Times Square.

Fotos: theinspirationroom.com
Con este breve recorrido fotográfico, ya no hay excusas para no hablar de los selfies con criterio, sin llegar a confundirlos con esas prácticas onanistas que afloran en la pubertad, que también se hacen a una mano, pero cuya finalidad placentera es otra.

Mi abuelo tenía una igual