Tito Costas, Manuel Costas y Antonio Lago

En esta fotografía tomada en lo que hoy es el número 375 de la Avenida del Aeropuerto, aparece en primer plano con una impoluta camisa blanca Rodrigo Costas Soto (fundador de la empresa Tito Costas materiales de construcción), a continuación Manuel Costas Rivas (propietario de la Vespa, de oficio carpintero, que se embarcó en el “cable inglés”, trabajó en Citröen , rematando su trayectoria profesional como portero de finca) y Antonio Lago de Cabral (subcampeón de España de soldadura eléctrica mientras trabajaba en Vulcano). Su habilidad con el soplete lo llevó a ser contratado como especialista por Citröen en el desembarco en Vigo de la compañía francesa).
Tito Costas (hijo de Rodrigo Costas), nos cuenta desde el mostrador del estanco que regenta, que su padre era un hombre muy inteligente. Ejercía de Jefe de Administración en la Empresa Martínez e hijos sociedad reguladora colectiva (empresa predecesora de los actuales VITRASA). Los denominados “Rusos”, dirigían una próspera empresa relacionada con el mundo del transporte de personas y mercancías. Por un lado disponían de un taller en Barreiro en el que ensamblando el chasis de un camión comprado en Madrid, con la carrocería de otro, más la mecánica de un tercero y el pertinente paso por chapa y pintura… acababan ensamblando un autobús. También tenían autobuses mixtos de mercancías y pasajeros, como el que salía con 8 pescantinas desde el puerto de la Ribera, Vigo, con destino a Verín, Orense. A la vuelta, tras descargar el pescado y a sus vendedoras, cargaban el autobús-camión con barriles de vino, sulfato para las vides, patatas o la mercancía que les cuadrase para vender luego en Vigo. Entre las líneas regulares que cubrían, nos comenta Tito, estaban la de “A Concheira en Chapela hasta Canido”, “la que unía Peinador con el Náutico” o “la que partía del Bar Cabanelas en dirección Samil”… que él recuerde.

Mi abuelo tenía una igual