Manuel Pereira con la Vespa en la curva del Manco

Camuflada entre estos cuatro elegantes jóvenes, se puede ver el manillar de la Vespa de Manuel Pereira. En ella aparecen (de abajo a arriba) su hermano Emilio Pereira, su otro hermano Jaime, el propio Manuel y un amigo de la familia, José Ramón Domínguez Gonda (hermano de “Chicha”). La fotografía está tomada en la zona conocida como “la Parra”, en las proximidades de “la curva del Manco”, en Burgo, Baíña, entre 1959 y 1960. En este enclave, existía un aparcadero de tranvías en el que se cruzaban las líneas de A Ramallosa y Baiona (líneas que un tramo de su recorrido compartían vía). Manuel deduce que sería fin de semana y que seguramente se dirigirían a la sesión de las ocho del Cine Fraga, de la que los muchachos eran asiduos. Al acabar, tal y como dictaba la costumbre, se iban todos a tomar un sandwich al Marbella, donde además del tentempié, acudían buscando ampliar los horizontes de su ya de por sí animada vida social.
Manuel nos cuenta que “desde Baiona partíamos los que teníamos Vespa y recogíamos a los que no. Uno de los que iba en su Vespa era el padre de Javier Guerra (actual Conselleiro de Economía e Industria de la Xunta de Galicia). En las avenidas habían levantado las vías del tranvía para arreglar la calle. Había llovido muchísimo, estaba todo encharcado… éramos jóvenes y entre nosotros nos hacíamos “jaimitadas”. Si había un charco, yo te adelantaba para mojarte. Cosas de chavales. El caso es que Jacinto, el padre de Javier Guerra se adelantó para ejecutar su fechoría, pero se encontró con dos raíles cruzados sumergidos en el agua y el pobre… patapún, se cayó en el agua. No le pasó nada, pero volvió mojado para casa”.
“Lo que más había en esta zona eran sin duda Vespas. Las lambrettas cobraron muy mala fama a raíz de un accidente un día de Navidad. En aquella época no podías salir de noche porque los mayores nos decían que “daba mala suerte”. El caso es que tras asistir a la Misa del Gallo, un grupo de jóvenes partió hacia la localidad de La Guardia y al venir de vuelta, en una curva (en las Mariñas) Manolito Villota, se salió de la carretera. En el accidente falleció el chaval que llevaba de paquete. La verdad es que “Tito” estuvo muy fastidiado durante muchos años a raíz de este asunto”.
También nos cuenta Manolo Pereira, que “la primera Vespa en llegar al Val Miñor fue la de Enrique Thomas de Carranza amigo del Marqués de Villaverde (si, “el yernísimo” de Franco), veraneante habitual en la localidad costera de Baiona, que la utilizaba para sus desplazamientos veraniegos por la zona. Que él tenga constancia, (y damos fe que tiene una memoria prodigiosa para fechas, nombres y acontecimientos) después llegó la de “Juanito” Carrasco, también en Baiona, el cual regentaba una popular tienda de ultramarinos”.

Mi abuelo tenía una igual