Nos vemos en el Flamingo

Tanto en los años 50 cuando respondía al nombre de "La Marquesina", como posteriormente en los 60 al nombre de "Flamigo", este céntrico café vigués era un popular y obligado punto de encuentro para los amantes de la música en directo y las tertulias. En su interior actuaban orquestas que de manera animada interpretaban un amplio repertorio de estilos musicales. Los camareros iban vestidos con unas inconfundibles chaquetillas blancas sirviendo cafés por las mañanas y refrescantes cocktails cuando caía la tarde. Su amplia cristalera hacia la calle de El Príncipe, sin peatonalizar y con acera, era otro de sus atractivos y al mismo tiempo ua impagable fuente de distracción. Nunca una fotografía ha ilustrado tan bien la frase de "aparcar justo delante de la puerta", como esta, con la lambretta estacionada justo enfrente de su entrada principal. Como último apunte, indicar son dos los edificios emblemáticos que podemos contemplar en esta instantánea. Por un lado la cárcel reconvertida en juzgados (hoy Museo MARCO) y el cartelón de ALMACENES EL PRÍNCIPE.

Mi abuelo tenía una igual