Rafael Olmedo recoge su primera Vespa

Fue en el viaje de vuelta, en una parada que hicieron en Madrid, cuando en un escaparate de la Gran Vía vio de nuevo ese scooter que tanto le había entusiasmado días atrás en Italia. El caso es que en Madrid le informaron que era un modelo que acababan de recibir… ¡Toda una novedad en España! El precio de aquella maravilla era de 5800* pesetas, pero si quería hacerse con una, había que encargarla previo pago de una señal de 1000 pesetas. Pasados unos meses, la Vespa finalmente llegó a Madrid. Aprovechando su condición de Consejero de Aviaco en la provincia de Pontevedra (cuando el aeropuerto de Vigo no tenía uso Civil y los pasajeros que volaban destino Madrid lo hacían vía Santiago saliendo y volviendo a Vigo en autobús) Rafael hizo las gestiones oportunas para que su Vespa llegase a Santiago en el Bristol que unía ambas ciudades. La foto corresponde al momento en el que el Sr. Olmedo recoge su primera Vespa en el aeropuerto de Santiago de Compostela con la ayuda de los mozos de Aviaco. Como se puede ver, la Vespa llegó sin matricular. Por aquel entonces, no existía en nuestra comunidad concesionario alguno en el que se pudiesen comprar estas motos.
Rafael Olmedo nos cuenta a sus 96 años que tuvo cinco de estas motos que fue vendiendo por diversas circunstancias. A principios de los años 50, la gente lo paraba para ver tan singular y práctico vehículo. Algunas de esas conversaciones, acababan con una oferta de compra de su moto. Con un apretón de manos, la moto quedada vendida a expensas que el Sr. Olmedo encargase otra nueva para él a Madrid (que a su vez las pedían a Italia).
En una ocasión su hermano Fernando que vivía en León, se desplazó hasta Barcelona por motivos de trabajo y le pidió si le apetecía hacer el viaje de vuelta juntos rodando en sus motocicletas. Rafael, no se lo pensó dos veces y enseguida hizo que su Vespa volase hasta Barcelona. Después de arreglar cada uno sus asuntos (en aquellos años Rafael Olmedo iba a Barcelona tres veces al año para abastecer de género a sus almacenes), volvieron ambos rodando. El viaje duró 3 ó 4 días, no muchos más.
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* Al tratarse de un recuerdo, hemos decidido respetar la cifra que durante la entrevista Rafael Olmedo nos proporcionó, aunque por aquel entonces las Vespas se comercializaban sobre unas 12.000-13.000 pesetas más.

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