José Mirás y Quinito en las fiestas de Lavadores
Nos cuenta Nacho Mirás Fole, que los que los dos jóvenes que salen sonrientes en esta foto son José Mirás Domínguez, su padre (con 13 años), y Joaquín Otero Vilas "Quinito" (con 14 años). Ambos eran vecinos de O Sobreiro, en Lavadores. La instantánea fue tomada en las fiestas de Santa Cristina de Lavadores en Vigo, más concretamente en junio de 1956. Según relata Joaquín, la Vespa (con las banderas de España y Portugal, y los escudos del Celta y del Athletic Club de Bilbao) pertenecía a un fotógrafo. Un hombre grandote, corpulento, con uno de esos cuidados bigotillos que se lucían por aquel entonces. Al parecer este señor era un habitual de este tipo de festejos populares a los que acudía siempre con su Vespa y con un sombrero mejicano en la cabeza. A la hora del retrato, sus improvisados modelos tenían dos posibilidades: podías hacerte una foto con el sombrero o si no, sentado en la moto como acontece en esta ocasión. Aunque aquí la vemos ampliada, decir que este tipo de fotografías eran de unas dimensiones muy reducidas.
José cree que el “fotógrafo misterioso” no era de Vigo, sino de algún pueblo de los alrededores, y apunta a Redondela. “Te hacía tres fotos, a peseta cada una más o menos. Las revelaba en un estudio, te cogía la dirección y te las llevaba a casa”. José también nos confiesa que le hubiera gustado que le borraran el caballete a la Vespa para que pareciera que estaban en marcha. Por cierto, aunque Nacho Mirás es un Vespista reconocido, su padre José jamás ha conducido una moto.
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José Mirás y Quinito en las fiestas de Lavadores
Nos cuenta Nacho Mirás Fole, que los que los dos jóvenes que salen sonrientes en esta foto son José Mirás Domínguez, su padre (con 13 años), y Joaquín Otero Vilas "Quinito" (con 14 años). Ambos eran vecinos de O Sobreiro, en Lavadores. La instantánea fue tomada en las fiestas de Santa Cristina de Lavadores en Vigo, más concretamente en junio de 1956. Según relata Joaquín, la Vespa (con las banderas de España y Portugal, y los escudos del Celta y del Athletic Club de Bilbao) pertenecía a un fotógrafo. Un hombre grandote, corpulento, con uno de esos cuidados bigotillos que se lucían por aquel entonces. Al parecer este señor era un habitual de este tipo de festejos populares a los que acudía siempre con su Vespa y con un sombrero mejicano en la cabeza. A la hora del retrato, sus improvisados modelos tenían dos posibilidades: podías hacerte una foto con el sombrero o si no, sentado en la moto como acontece en esta ocasión. Aunque aquí la vemos ampliada, decir que este tipo de fotografías eran de unas dimensiones muy reducidas.
José cree que el “fotógrafo misterioso” no era de Vigo, sino de algún pueblo de los alrededores, y apunta a Redondela. “Te hacía tres fotos, a peseta cada una más o menos. Las revelaba en un estudio, te cogía la dirección y te las llevaba a casa”. José también nos confiesa que le hubiera gustado que le borraran el caballete a la Vespa para que pareciera que estaban en marcha. Por cierto, aunque Nacho Mirás es un Vespista reconocido, su padre José jamás ha conducido una moto.
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