El Clan Seoane en Sidecar
Alberto Seoane nos comenta lo siguiente... "Ahí estamos, la familia Seoane al completo. Debe ser el año 1963, en la calle Quintela, cerca de la avenida de la Florida. Como ves, en el muro se ve el número 39. En la foto estamos mi padre Tito, mi madre Mercedes (de toda la vida la han llamado Chiruca), mi hermana Rosa, mi hermano gemelo Jesús y yo.
Recuerdo que mi padre nos llevaba de un lado para otro. Los fines de semana solíamos coger la Vespa para ir a tomar el aperitivo, subir al Castro, nos llevaba a jugar en los columpios...
La Vespa la compró porque para su trabajo era primordial. Él podía recorrer las obras que estaba ejecutando, optimizando el tiempo. Pero por desgracia, al poco tiempo tuvo un accidente... creo que por López Mora. Estuvo muy grave, se le formó un coágulo en la cabeza, lo operaron... y aunque salió todo bien, imagino que mi madre, a punto de verse viuda, le obligó a guardarla.
Años más tarde, teníamos mis hermanos y yo alrededor de 12 años, la ví en un almacén. En medio de tubos y ferralla. La recuperé... con su permiso claro. La deje nueva, pero el sidecar ya se había ido para chatarra, una pena.
Nosotros le dimos mucho. La actualizamos un poco, le quitamos el parabrisas los puños y alguna cosa más. Cumplido el servicio militar y bajo presión (Alberto se ríe) se la vendimos a un sargento. Y ya nunca más supe más de esta reliquia.
He de decirte que mi padre hizo un viaje a Bélgica con sus amigos, uno de ellos era Pucho Viqueira Lago el promotor, todos en moto y él en la Vespa. También sé que fue de luna de miel a Madrid con mi madre, aunque cogieron el tren y la subieron a él. La usaron para moverse por la capital y hacer varias excursiones".
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Alberto Seoane nos comenta lo siguiente... "Ahí estamos, la familia Seoane al completo. Debe ser el año 1963, en la calle Quintela, cerca de la avenida de la Florida. Como ves, en el muro se ve el número 39. En la foto estamos mi padre Tito, mi madre Mercedes (de toda la vida la han llamado Chiruca), mi hermana Rosa, mi hermano gemelo Jesús y yo.
Recuerdo que mi padre nos llevaba de un lado para otro. Los fines de semana solíamos coger la Vespa para ir a tomar el aperitivo, subir al Castro, nos llevaba a jugar en los columpios...
La Vespa la compró porque para su trabajo era primordial. Él podía recorrer las obras que estaba ejecutando, optimizando el tiempo. Pero por desgracia, al poco tiempo tuvo un accidente... creo que por López Mora. Estuvo muy grave, se le formó un coágulo en la cabeza, lo operaron... y aunque salió todo bien, imagino que mi madre, a punto de verse viuda, le obligó a guardarla.
Años más tarde, teníamos mis hermanos y yo alrededor de 12 años, la ví en un almacén. En medio de tubos y ferralla. La recuperé... con su permiso claro. La deje nueva, pero el sidecar ya se había ido para chatarra, una pena.
Nosotros le dimos mucho. La actualizamos un poco, le quitamos el parabrisas los puños y alguna cosa más. Cumplido el servicio militar y bajo presión (Alberto se ríe) se la vendimos a un sargento. Y ya nunca más supe más de esta reliquia.
He de decirte que mi padre hizo un viaje a Bélgica con sus amigos, uno de ellos era Pucho Viqueira Lago el promotor, todos en moto y él en la Vespa. También sé que fue de luna de miel a Madrid con mi madre, aunque cogieron el tren y la subieron a él. La usaron para moverse por la capital y hacer varias excursiones".
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