Monje el padre de Alfonso Monje
En el mundo vespista de la ciudad de Vigo se le conoce como Monje. Padre de Alfonso y hermano de Antonio, quien durante años formó parte de la directiva del Club. "Lo mío eran los números, las cuentas... mi hermano Antonio era el que se acordaba de todo, lo tenía todo anotado, tenía muy buena memoria. El seguro que te hubiese contado numerosas anécdotas de nuestros años vinculados al Vespa Club. Yo era el que llevaba la contaduría. Los números..."
Revisando las cuentas que aparecen en el ejemplar nº 10 del Vespa Club, a 31 de diciembre de 1958, podemos hoy saber que los ingresos del Club provenían básicamente de dos fuentes: las cuotas de los socios y las subvenciones, casi al 50% (19.462,50 y 23.272,20 pesetas respectivamente). Capítulo aparte merecían las 3,10 pesetas de los intereses que les daba el Banco Hispano-Americano por tener los caudales en sus oficinas.
Como curiosidad, si os fijáis, a la hora de revelar la fotografía, lo hicieron al revés. Aunque nos parezca algo remoto, hasta hace bien poco las cámaras no eran digitales. Se cargaban con carretes y se revelaban los negativos. Muy probablemente el que lo reveló esta foto en el estudio, no fuese la misma persona que hizo la foto en la calle. Con las prisas, no prestaría atención y reveló por el lado equivocado. Si os fijáis, tanto la palabra vespa del frontal de la moto como la matrícula están invertidas. Para verla en su estado original, necesitaríamos de la ayuda de un espejo.
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Monje el padre de Alfonso Monje
En el mundo vespista de la ciudad de Vigo se le conoce como Monje. Padre de Alfonso y hermano de Antonio, quien durante años formó parte de la directiva del Club. "Lo mío eran los números, las cuentas... mi hermano Antonio era el que se acordaba de todo, lo tenía todo anotado, tenía muy buena memoria. El seguro que te hubiese contado numerosas anécdotas de nuestros años vinculados al Vespa Club. Yo era el que llevaba la contaduría. Los números..."
Revisando las cuentas que aparecen en el ejemplar nº 10 del Vespa Club, a 31 de diciembre de 1958, podemos hoy saber que los ingresos del Club provenían básicamente de dos fuentes: las cuotas de los socios y las subvenciones, casi al 50% (19.462,50 y 23.272,20 pesetas respectivamente). Capítulo aparte merecían las 3,10 pesetas de los intereses que les daba el Banco Hispano-Americano por tener los caudales en sus oficinas.
Como curiosidad, si os fijáis, a la hora de revelar la fotografía, lo hicieron al revés. Aunque nos parezca algo remoto, hasta hace bien poco las cámaras no eran digitales. Se cargaban con carretes y se revelaban los negativos. Muy probablemente el que lo reveló esta foto en el estudio, no fuese la misma persona que hizo la foto en la calle. Con las prisas, no prestaría atención y reveló por el lado equivocado. Si os fijáis, tanto la palabra vespa del frontal de la moto como la matrícula están invertidas. Para verla en su estado original, necesitaríamos de la ayuda de un espejo.
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